La verdadera cantidad de agua que hay que tomar a diario según el nutricionista vasco Hugo Iglesias
El agua representa el principal componente del cuerpo humano, ya que constituye del 50 al 70% del peso corporal. Este porcentaje disminuye con la edad y con la cantidad de grasa corporal, que aumenta según se van cumpliendo años. El agua es imprescindible para el transporte de nutrientes, las reacciones del metabolismo, y para la correcta función del riñón.
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El dietista y nutricionista vizcaíno Hugo Iglesias advierte de que mantener una buena hidratación es «fundamental si queremos mantener un estado óptimo de salud». Bien es sabido que los expertos recomiendan tomar, como mínimo, dos litros de agua al día, pero el especialista bilbaíno revela cuál es la verdadera cantidad que exige el cuerpo humano.
«Un modelo adecuado de ingestión de bebidas sería aquel donde predominase la ingestión de agua, y donde el resto de bebidas no contribuyese con más de un 10% a las necesidades energéticas diarias. Las recomendaciones para la población serían 2,5 litros/día: 3 litros para hombres, y 2,2 litros para mujeres», afirma Iglesias, si bien indica que esta cantidad de líquido estaría contemplado el que se ingiere a través de infusiones, caldos y otros alimentos con abundante agua como la fruta.
Los riesgos de una deshidratación
En una persona sana, explica el experto, el consumo cotidiano por debajo de los niveles de la ingesta adecuada no tiene por qué conllevar riesgo, pero es posible que la ingesta de agua total necesaria sea mayor en personas físicamente activas o expuestas a ambientes calurosos.
Según advierte, la deshidratación influye de forma adversa sobre el sistema nervioso: «La concentración, el control motor, y la función mental también se ve empobrecida en casos de deshidratación. El déficit de agua corporal provoca la elevación de la temperatura corporal durante la realización del ejercicio. La sudoración y el flujo de sangre en la piel están reducidos», detalla el experto que en redes aporta todo tipo de consejos con el nombre de @HugoIglesiasGutiérrez.
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Otra consecuencia de la deshidratación es el aumento de las pulsaciones cardíacas, lo que deriva en el aumento del esfuerzo cardiovascular. Una escasa ingesta de agua influye, además, negativamente en el desarrollo de algunas enfermedades crónicas, como la litiasis renal, vesícula biliar, cáncer, osteoporosis o arritmias.
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