La receta para afrontar el exceso de peso en la adolescencia

Hoy nos ponemos más serios que nunca. Un estudio con más de 12.000 niños de 11 a 17 años realizado en Reino Unido y que acaba de publicarse esta semana pone de manifiesto la estrecha relación existente entre exceso de peso y salud mental en la adolescencia y primera juventud. Algunos de los datos que contiene deberían hacer saltar todas las alarmas en un país como el nuestro, con un sobrepeso y obesidad infantil muy por encima de la media europea. Antes de la pandemia el 39% de los chavales de 7 a 9 años tenían kilos de mas y el 16% obesidad, frente al 29% y 12% de los europeos.

Tras de esas cifras no sólo se oculta el sedentarismo que acompaña a este nuevo mundo que les hemos dado de televisión, móviles y tabletas. Esos porcentajes son, en realidad, el caldo de cultivo de enfermedades propias del envejecimiento, que cada vez más frecuentes en chavales, como diabetes e hipertensión. El estudio anglosajón llama ahora la atención sobre una nueva realidad. La proporción de adolescentes con dificultades emocionales como baja autoestima, incluso depresión y ansiedad, es el doble entre quienes presentan sobrepeso y obesidad. Un 19% frente a un 10%.

Parece lógico que en un mundo que prima la imagen y la falsa felicidad que transmiten las redes sociales, el bienestar emocional de los más jóvenes dependa de su apariencia. Hoy, más que nunca –advierten los autores del estudio–, la autoestima de los niños y los que están por dejar de serlo está íntimamente ligada a la imagen corporal y el Índice de Masa Corporal (IMC), que no es más que una referencia, un valor que, unido a otros, sirve a médicos y nutricionistas para aconsejar a sus pacientes sobre la salud.

Este es un aspecto que merece su explicación. El IMC es una fórmula matemática que consiste en dividir el peso en kilos entre la altura elevada al cuadrado. Si la cifra resultante es mayor de 25 se tiene sobrepeso. A partir de 30 se considera obesidad. Pero, ojo, colega, que no todo es blanco o negro. Esa referencia también depende de otras cuestiones, como la proporción de grasa y músculo de tu cuerpo.

La adolescencia, según recuerdan los autores del trabajo, es una etapa muy importante, «que sienta las bases de los patrones de salud mental y peso de la vida». No son unos cualquiera quienes hablan de esto. Son un equipo de la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres, firman el mayor estudio de sus características que se ha hecho nunca y lo han publicado en 'Clinical Medicine'.

«Los niños de hoy no crecen en el mismo mundo que vivieron sus abuelos, ni siquiera sus padres. Afrontan nuevas y crecientes presiones sociales. Si queremos lo mejor para ellos, debemos promover conductas y actitudes saludables a nivel social», advierten. Eso es todo.

Todos los especialistas que han pasado por estas páginas repiten los mismos consejos. No les deje comer solos. enséñeles desde niños a disfrutar de la comida, cocine y haga la compra con ellos... y sobre todo, escúcheles. Siempre. Son sus hijos. ¡Feliz fin de semana, familia!