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Una bilbaína en Oslo, tras el atentado en un pub LGTBI: «La Policía está escoltando los buses turísticos»
«El ambiente ha pasado de festivo absoluto al lamento», explica Cristina Maruri, que está pasando unos días en la capital noruega
DIANA MARTÍNEZ
Sábado, 25 de junio 2022, 18:54
En Oslo, la capital de Noruega, todo ha cambiado de un día a otro. «Aquí están muy evolucionados, son 'open-mind'. Todos visten como quieren ... y aman a los demás. La cultura LGTBI forma parte de la sociedad», explica Cristina Maruri, colaboradora de este periódico que estaba de visita en la capital cuando un ataque terrorista perpetrado por un hombre armado contra un pub de este colectivo quebró la paz y acabó con la vida de dos personas e hirió una otra veintena. «El ambiente ha pasado de festivo absoluto al lamento. La gente está desolada».
«Dolor es lo que se ha masticado en el desayuno», afirma la bilbaína que, junto al resto de huéspedes del hotel Bondeheimen –a treinta metros del London Pub, lugar del atentado–, ha vislumbrado esta mañana a través del ventanal del hostal la aglomeración de personas en una calle cortada por policías armados y furgones. La curiosidad es lo primero que han sentido; luego, el dolor. La esquina de la calle Rosenkrantz se había llenado de gente que, con lágrimas en la cara, depositaba flores en la vía. No había gritos, solo tristeza interiorizada. «Qué horror, pobres familias...», lamentaban los presentes.
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La escena del crimen está acordonada y la Policía, que ha elevado a cinco –«excepcionalmente alto»– el nivel de amenaza terrorista, está en alerta en todo el territorio. «Los autobuses turísticos van escoltados por motos de la Guardia Urbana», indica. A mediodía se ha permitido realizar una manifestación espontánea durante un par de horas para «dejar desahogar» a la ciudadanía. Bajo el eslogan de 'La lucha continúa', «todos los colectivos» han reivindicado la plena igualdad y libertad, y se han posicionado en «contra de los asesinatos y la barbarie», explica Maruri.
El centro de Oslo, donde se concentra aproximadamente el 80% de la capital, sigue su vida. Las terrazas están llenas, «como si no pasara nada», relata la vizcaína. «Han salido del covid, hace un día espectacular de 25 grados... No podemos tener miedo a vivir, tenemos que convivir con el mundo que nos ha tocado».
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