El líder de la minoría demócrata en el Senado de EE UU, Chuck Schumer, en una rueda de prensa en el Capitolio. Reuters

EE UU se asoma al abismo de un nuevo cierre de gobierno

El Partido Republicano se niega a prorrogar los subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible como le exigen los demócratas para lograr un acuerdo presupuestario

Mercedes Gallego

Corresponsal. Nueva York

Martes, 30 de septiembre 2025, 22:43

La tradicional amenaza de un cierre de gobierno al terminarse el año presupuestario en EE UU, sin acuerdo para los siguientes, se cernía la noche ... del martes nuevamente sobre el país, avivada esta vez por el ambiente político, más polarizado que nunca.

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Para aprobar la extensión que impidiese el apagón a la medianoche, el Partido Demócrata exigía al Republicano que prorrogase los subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible conocida como 'Obamacare', pero el partido de Trump no estaba dispuesto a ceder un ápice. Sabiéndose dueño de una narrativa que los acusa de despilfarro y de favorecer falsamente a los inmigrantes sin papeles -que no tienen acceso a esos subsidios-, Trump jugaba la carta de aprovechar la crisis que generará para hacer «cosas irreversibles» de la que culparlos, como ordenar despidos masivos de funcionarios y cancelar «programas de gobierno que les gustan».

Ante la frustración de sus bases por su incapacidad para frenar la agenda de Trump, los demócratas necesitan jugar duro, mientras que Trump podría beneficiarse de la situación para implementar más recortes y culpar a la oposición de la crisis que resulte. En vista de ello, las agencias de gobierno se preparaban a última hora del martes para la eventualidad de tener que dejar en casa sin trabajo ni sueldo a 750.000 funcionarios asignados en trabajos no esenciales.

De no darse un acuerdo de último minuto, se trataría del decimoquinto cierre del gobierno desde 1980. El último, durante el primer gobierno de Trump, se produjo en 2018 y fue el más largo de la historia al durar 35 días. Los servicios fiscales dejaron de recaudar impuestos, los parques nacionales se cerraron y las autoridades sanitarias dejaron de hacer inspecciones o emitir licencias. Si bien los funcionarios que trabajaron fueron pagados a posterior, cientos de miles de contratistas privados que limpiaban edificios públicos o se hacían cargo de su seguridad nunca recuperaron el sueldo perdido.

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