'Pobre de mí'... y de los calceatenses

El entierro de la cuba cerró anoche el paréntesis abierto el pasado miércoles y devolvió a Santo Domingo de la Calzada a la normalidad.

El 'Pobre de mí', entonado por la peña El Salero, fue el esperado colofón a seis días de fiestas, que, viendo la botella más que medio llena, ya tienen más cerca su próxima edición.

Ahora, toca volver a los puestos aparcados temporalmente, recordar, descansar y que, a cada cual, le quiten lo 'bailao'. Cada uno contará la fiesta como le haya ido en ella, pero, en líneas generales han discurrido sobre ruedas, sin que la constante 'presión' meteorológica, es decir, la amenaza de lluvia pendiendo sobre el programa, haya tenido una afección de relevancia. Para muchos, lamentablemente, porque los campos están muy sedientos.

Pudo ser el regalo de San Isidro a los calceatenses –agricultores o no, porque el agua es cosa de todos–, ya que empezaron a caer algunas gotas cuando comenzó la procesión, pero no pasó de ahí y la comitiva, con autoridades, cofradías, gaiteros y danzadores, banda municipal de música y vecinos, realizó el recorrido con normalidad. A su término tocaba renovar la cofradía, como se hace cada dos años, pero de momento seguirá como está, con el prior Florentino Rodríguez a la cabeza, hasta que aparezcan candidatos para el relevo. La romería a la ermita de Las Abejas se celebrará el martes 30, pero antes, este próximo domingo, toca acudir a Gallinero de Rioja.

Durante la tarde se sucedieron los últimos cartuchos del programa festivo, que tuvo su acto más concurrido en el reparto de rosquillas y moscatel por el Ayuntamiento, amenizado por la charanga Corco, de la peña El Salero. Tampoco faltó a su cita Gorgorito, siempre con sus moralizantes aventuras, ni el acostumbrado recital de jotas aragonesas, que tantos acólitos tienen por estos lares, a cargo de Estampa Baturra. Dentro de un año, más.