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EL CORREO
Sábado, 15 de septiembre 2018, 00:51
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El príncipe Guillermo de Inglaterra asistía ayer a la inauguración de la Casa de Japón en Londres cuando cometió un sonoro error. Al dirigirse a un grupo de niños que almorzaban, y delante del primer ministro nipón, preguntó a los pequeños: «¿Os gusta la comida china?».
Silencio incómodo. Miradas nerviosas. Reflejo rápido: «Ummm, comida japonesa... ¿Te gusta el sushi? Es delicioso, realmente delicioso». Así lo arregló.
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