Los músicos palestinos en el escenario con Kneecap. Maika Salguero

Kneecap hace cantar a Gaza y bailar a Bilbao

La banda de hip hop de Belfast sube al escenario a músicos palestinos en apoyo a su causa y monta una fiesta vasco irlandesa al grito de libertad

Viernes, 11 de julio 2025

Hacia las seis de la tarde llegaba el primer guiño de los Kneecap. En su instagram, una foto del trío de hip hop irlandés en ... Kobetas con la ikurriña y la frase: «Kaixo, Zera Modus! We're on stage at 8pm. Gora Euskal Herria». Ayer viernes tenían que haber estado tocando en el festival TRNSMT de Glasgow, pero el primer ministro escocés, John Swinney, pidió su veto después de que se hicieran públicas unas imágenes en las que, al parecer, se ve a Mo Chara, uno de los integrantes, sosteniendo una bandera de Hezbolá –ellos alegan que han sido sacadas de contexto. Casi inmediatamente fueron contratados para tocar en otro local de esa ciudad y las entradas se agotaron en 80 segundos. En él citaron a Swinney y no para felicitarle precisamente.

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Gracias a este boicot, tocaron ayer en Bilbao y había mucha expectación por escuchar los éxitos de la banda pero también por ver la que montaban Mo Chara, Móglaí Bap y DJ Próvaí, Kneecap, la banda de Belfast más famosa del momento. Y la que montaron no fue nada del otro mundo, teniendo en cuenta la controversia que les rodea siempre, y la cosa resultó una fiesta homenaje a Gaza bajo la llovizna y sin ruidosas polémicas, con gritos constantes llamando a «Euskal Herria» y recordando su «conexión» con Irlanda. Se inició con la proyección en pantalla de mensajes en inglés: «Israel está cometiendo genocidio con la connivencia de los gobiernos occidentales. Free Palestine». Y salieron ellos, DJ Próvaí con su sempiterno pasamontañas con los colores de Irlanda, y sus compañeros, todos en chándal, aunque más tarde Móglaí Bap se quitó la sudadera para descubrir una camiseta con una pequeña ikurriña en una manga y la bandera palestina en la otra.

Tras una breve introducción con los primeros compases de '3CAG', llegaba 'It's Been Ages' con imágenes de periódicos hablando de ellos: «Kneecap ha vuelto», se leía. Tras la segunda canción, 'Better Way to Live', y después de un «Eskerrik asko» bien pronunciado, un «Gora Euskal Herria» y la confirmación de que esta era su primera vez aquí, llegaba el momento emotivo de la noche. La banda subió al escenario a cuatro músicos de Gaza, que interpretaron 'a capella' un fragmento de una melodía en su lengua, mientras la parroquia levantaba los carteles distribuidos antes por el propio grupo con la bandera palestina junto a motivos del 'Guernica' de Picasso, los mismos que llevaba en la camiseta Móglaí Bap. «Somos supervivientes del genocidio israelí –dijeron los invitados. Estamos felices por estar aquí, gracias a Kneecap por este apoyo, por hablar de nuestra historia y de la situación en Gaza». El público coreó varias veces «Free Palestine».

Last Tour había defendido por boca de su propio director general, Alfonso Santiago, su inclusión en el BBK Live: «Van a dar mucho que hablar, los hemos contratado porque tienen que ver con nuestra filosofía, es la banda que está siendo boicoteada por su apoyo a Gaza. Son de Belfast y están tocando en algunos festivales, pero son vetados en otros. En Bilbao BBK Live siempre habrá espacio para las voces que incomodan, que cuestionan y que se niegan a callar. La presencia de Kneecap en Kobetamendi es un acto de resistencia cultural, una celebración de la libertad de expresión y de quienes, como ellos, no temen alzar la voz ante la injusticia».

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Como Massive Attack

Tenían los Kneecap la difícil tarea de superar el listón colocado el año pasado allá en lo alto por el bolo de Massive Attack en Kobetas, que incluso los más fieles a la causa propalestina consideraron un tanto excesivo por el tiempo –todo prácticamente– dedicado a ello, con un bombardeo de imágenes de guerra y un incesante, interminable y complejo suministro de datos. Kneecap, pese a lo intenso de su defensa, estuvieron festivos, alegres, simpáticos. Se nota que lo pasaron bien poniendo a bailar a Bilbao, pogos incluidos en varias de sus canciones. 'Sick in the Head' fue la tercera canción, con imágenes de fondo de Mo Chara con cuernos. Luego llegaron la bacaladera 'Sayonara', 'I'm Flush', 'I bhFiacha Linne', 'Fine Art' (que da título a su último disco, de 2024) y 'Rhino Ket'. «¡Es un placer tocar en Euskal Herria! El hecho es que en un mundo ideal no haría falta subir aquí a hablar de Palestina».

Reivindicaron evidentemente su rap en gaélico. Y eso que cuando DJ Próvaí propuso a sus dos colegas montar una banda allá por 2017, Móglaí Bap le contestó: «Casi no hay gente que escuche hip hop irlandés, y menos, hip hop en irlandés». Ocho años y dos álbumes de estudio después, Kneecap logra que la gente, no irlandesa se entiende, se sepa sus temas y los cante, aunque sea fonéticamente.

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Y eso que la polémica les rodea por todas partes. Kneecap se refiere al 'tiro en la rodilla' elegido por el IRA para castigar a los miembros díscolos, narcotraficantes, por ejemplo. Incluso los irlandeses independentistas tardaron en entender que con sus letras repletas de sexo y drogas cantadas en gaélico a veces mezclado con inglés estaban haciendo más por la causa de su lengua que pasadas décadas de lucha. Algo que se ve en la película de 2024 sobre la banda, seleccionada para representar a su país en los Óscar, una especie de 'Trainspotting' fenniano.

Tras 'Guilty Conscience' y 'Get Your Brits Out', pidieron a un miembro de su equipo que les sacara una foto con el público detrás. «Are you ready, Bilbo?», y cayó la súper fiesta con 'H.O.O.D.'. Nuevo pogo y DJ Próvaí que patea un balón verde hacia los asistentes y se lanza a buscarlo, a restregarse con la gente entre gritos de «Gora Euskal Herria» y «Palestina Askatasuna». Volvió a subir para tocar la última, 'Recap'.

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«Are you irish?», preguntó antes del bolo un asistente a otro que llevaba camiseta futbolera irlandesa. «No, no», contestó este. «Well, but you are irish today!».

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