Fallece Jose Quintas, el hombre que enseñó a amar la música

Definir a alguien que acaba de fallecer como una bellísima persona, un tipo formidable, alguien insustituible e irrepetible... puede resultar manido, sonar a previsible y recurrente lugar común. Pero es que él lo era. Eso y más, mucho más. Todos los que tuvieron la enorme fortuna de conocerle, de compartir instantes de sus vidas con él y que hoy lloran su pérdida coinciden en que él era así, un auténtico «ser de luz». El músico y profesor de música vitoriano Jose Quintas ha fallecido a los 61 años.

Hay quien se dedica a la música por la mera promesa de quedar deslumbrado algún día por los focos del éxito, con el objetivo de llenar grandes estadios y granjearse aplausos a granel. Y luego están aquellos que aman el oficio de músico de forma incondicional, que tienen una capacidad para emocionarse con un compás y ver la belleza más pura en pentagramas atiborrados de corcheas y fusas. Jose Quintas era, a todas luces, de los segundos. Discretísimo, adoraba pasar desapercibido a pesar de su talento.

Jose Quintas, que pertenecía a una conocidísima familia de fotógrafos vitorianos, amaba el jazz y acababa de pasar por el festival de Hondarribia. Pero incluso más que tocando el contrabajo, más que en el escenario, él disfrutaba en clase, tratando de contagiar su pasión por la música a sus alumnos, a sus niños y niñas, «a sus cachorritos, como él los llamaban», apuntan los que mejor le conocían. Y lo logró.

Jose ha dejado una huella indeleble en varias generaciones de sus pupilos, que en un momento cargado de una enorme emoción le HAN despedido este martes en una ceremonia, tremendamente especial y emotiva, organizada para su despedida. «Era un maestro del ahora, un espejo de nuestra mejor versión, luz para los mayores y faro para los más jóvenes». Así, con estas hermosas palabras le dan el último adiós los que más le querían. Que no, no fueron pocos.

Temas

• Vitoria-Gasteiz