El segundo triunfo de Bildu en Vitoria rompe la racha jeltzale
Los de Otxandiano replican su victoria en las municipales y se estrenan en las autonómicas tras remontar casi 9.000 votos
El termómetro estaba en Vitoria, que volvió a ser la capital de la volatilidad. A diferencia de las elecciones municipales, donde tres siglas se han ... repartido otras tantas victorias en los últimos nueve años, el PNV había construido una especie de fortín desde 2012 durante la 'era Urkullu'. Los jeltzales, que llevaban tres victorias seguidas (dos de ellas de más de 4.000 votos de diferencia), sufrieron un doloroso e inédito sorpasso por parte de EH Bildu, que les aventajó en algo más de 2.500 papeletas (29.959 en total).
Publicidad
La formación liderada por Pello Otxandiano no sólo replicó el triunfo histórico de las municipales de 2023 de la mano de Rocío Vitero, sino que remontó 8.944 papeletas a los nacionalistas con respecto a los comicios de 2020. De hecho, rozó los 30.000 votos en total, una cifra que ninguna formación rebasa desde 2009.
Este repunte se tradujo en una ajustada victoria, de poco más del 2% de los votos con respecto al PNV. El mal menor para los jeltzales, aunque sea paradójico, es una cierta recuperación con respecto a los resultados de las municipales, donde sufrieron un enorme batacazo y cayeron al cuarto escalón. Los de Pradales toman un mínimo respiro, pero insuficiente para pasar página y retomar su hegemonía.
Vitoria fue escenario de más disputas reñidísimas. El PSE y el PP protagonizaron una lucha encarnizada durante toda la noche, hasta el punto de que se adelantaron en varias ocasiones durante el escrutinio y llegó a haber diferencias de menos de 60 votos. La radiografía confirma la recuperación del PP tras sus aciagos resultados de 2020 y da un pequeño toque de atención al PSE, que ostenta la Alcaldía. Mantuvo por los pelos el tercer puesto de las anteriores autonómicas, pero no pudo retener la fuga de 3.000 votos respecto a las municipales pese al aumento de la participación (60,3%).
Publicidad
Pero lo que resulta evidente es que la cita de este domingo dibujó la capital alavesa de nuevo mayoritariamente nacionalista, lejos de las dos victorias seguidas que firmaron tanto el PSE (2009 y 2005) como el PP (2001 y 1998). Y, sin embargo, también hubo sitio para Vox. Vitoria volvió a tener un importante peso para que la ultraderecha mantuviera su escaño en el Parlamento, al convertirse en la quinta fuerza de la ciudad por delante de Sumar y Elkarrekin Podemos.
La izquierda confederal pagó cara su división, un tanto caníbal, que fue aún más visible en una ciudad que les han brindado un importante respaldo. Sin ir más lejos, en las últimas elecciones municipales, la coalición Elkarrekin Podemos obtuvo dos concejales, pese a encontrarse en clara fase de repliegue.
Publicidad
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión