«No hemos sabido frenar la abstención ni recuperar a quienes se fueron a Vox»
Rechaza que la alianza haya fracasado pese a los malos resultados y apuesta por celebrar un congreso que acabe con la interinidad en el PP
Carlos Iturgaiz volvió a la política vasca con el reto de dar la vuelta al declive del PP vasco y poner a prueba en Euskadi ... la fórmula de la coalición con Ciudadanos. El resultado fue 60.299 apoyos, la mitad que hace cuatro años, y cinco escaños, cuatro menos de los que obtuvo en solitario en 2016.
- La suma ha restado.
- Ha habido un retroceso evidente, pero nuestro altavoz no se va a diluir para lanzar nuestros objetivos. Los objetivos de la coalición son permanentes. Creemos en la defensa de la Constitución y las libertades, y en hacer un País Vasco fuerte dentro de España.
- ¿Ha fracasado la coalición?
- En Navarra también nos presentamos y ganamos las elecciones. Sabíamos que las circunstancias en el País Vasco son más complicadas que en otras partes. Pero mantenemos que nuestro proyecto está más vigente que nunca. Dicho esto, tenemos que hacer una reflexión, sabiendo que la política vasca es una carrera de fondo.
- Han perdido la mitad de votos y cuatro escaños...
- Pero había encuestas oficiales, como la de Tezanos, que nos daban por desaparecidos. Tenemos lo que tenemos, es lo que ha decidido la sociedad vasca. Advertí durante la campaña de que la dispersión del voto del centro derecha beneficiaba a EH Bildu. Y esos votos que se han escapado a Vox es lo que han conseguido.
- ¿A qué atribuyen el descenso?
- Hace cuatro años, Vox solo se presentó en Álava y sacó 700 votos. Esta vez ha concurrido en las tres provincias y es el tercer partido de España. Me atrevo a decir que su voto es 100% proveniente del PP. La abstención también nos ha perjudicado, sobre todo en Álava. La mayoría del votante que se ha quedado en casa es del Partido Popular.
«Nuestro proyecto está más vigente que nunca, pero hay que hacer una reflexión»
- ¿Qué lectura hacen de la bajada de diez puntos que han experimentado en Álava, su principal caladero de votos?
- No es algo de ahora. En las últimas dos generales perdimos el escaño por Álava en el Congreso, algo inédito. Y ahora hemos tenido un descenso fuerte. Sabemos que parte de nuestros votantes no sienten las elecciones autonómicas como suyas, y que votan más en unas generales. A eso hay que sumarle el momento de convulsión por el cambio de candidato.
- Precisamente Vox ha sacado el escaño por dicho territorio.
- La baja participación ha beneficiado a los partidos pequeños, el escaño ha sido más barato.
- Da la sensación de que no hacen autocrítica.
- Hemos descendido, pero seguimos teniendo grupo parlamentario. Insisto, había encuestas que decían que desaparecíamos y algunos aprovecharon para desmotivar a nuestro electorado. No hemos sabido frenar la abstención ni recuperar a quienes se marcharon a Vox. Aún queda por ver qué ocurre con el sexto escaño...
- ¿Confían en hacerse con el segundo por Bizkaia?
- La diferencia con Bildu es de un centenar de votos. En las generales el voto extranjero nos dio el escaño por Bizkaia.
- Cuando fue proclamado candidato dijo que el PP debía dejarse de experimentos y volver a las esencias. Visto el resultado, ¿cree que ese es el camino?
- Las esencias son las que son. Tenemos la singularidad vasca, pero somos un partido nacional, como lo es el PP de Galicia. Hay que engrasar ambas cosas.
- Hay quienes creen que su discurso ha sido en clave nacional y que se han olvidado de la singularidad vasca, al contrario de Alberto Núñez Feijóo en Galicia.
- No es así. En el acto de Gernika se habló de nuestra raíces, nuestra historia y el orgullo de ser vascos y españoles. A la derecha de Feijóo no hay nada, todo está a su izquierda. Y el tándem Sánchez-Iglesias ha fracasado allí, al contrario que el Feijóo-Casado.
- Que no Feijóo-Ciudadanos.
- Feijóo pensó que la mejor fórmula era ir en solitario y uno de cada dos gallegos le ha votado.
«Hay que tener en cuenta que a la derecha de Feijóo no hay nada»
La renovación, en otoño
- La presidenta del PP vasco, Amaya Fernández, emplazó la noche electoral al partido a mirar más hacia Galicia.
- Hay que mirar hacia el PP de España. La dirección nacional es la que está unida a Galicia, a Euskadi, a Navarra o a Extremadura. Creo que esa reflexión de Amaya Fernández había que haber empezado a hacerla no ahora, sino hace dos elecciones. Lo ocurrido el domingo venía precedido de una posición ya debilitada. El PP vasco necesita hacer un congreso y acabar con la interinidad.
- ¿Cuándo será ese congreso?
- Será la dirección nacional quien ponga fecha, pero diría que cuando empiece el curso en otoño.
- ¿Optará a presidir el partido?
- Si la dirección nacional y mis compañeros me apoyan, sin duda. Será un placer poder remar todos juntos en esta trainera.
- ¿Qué le ha dicho Pablo Casado de los resultados?
- Hablé con él el domingo, varias veces. Me ha felicitado por la campaña y ha dicho que estaba orgulloso del PP vasco y de cómo hemos defendido el proyecto. También hablé con Inés Arrimadas.
- ¿Sigue creyendo en que las autonómicas han sido una meta volante para las generales?
- Los ciudadanos saben que yendo juntos podemos. Sánchez e Iglesias se frotan las manos con la separación del centro derecha.
- Vuelve al Parlamento vasco en una situación muy diferente a cuando se marchó.
- Viendo la hegemonía del nacionalismo, lo afronto con preocupación. El domingo, que era el aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, hubo un triunfo de quienes siguen sin condenar la violencia. La política vasca tiene tintes trágicos.
- Hay quienes temen que Vox devuelva el clima de crispación al hemiciclo.
- Lo que deseo es que las ideas se defiendan con la palabra y no con la amenaza.
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