«EH Bildu irá a una oposición destructiva tanto en el Parlamento como en la calle»

- El PNV se había marcado como objetivo sumar 31 parlamentarios y lo ha conseguido. ¿Pero le queda la sensación de que se podía haber logrado algo más?

- Los análisis nos daban que solo podíamos aspirar a tres escaños más respecto a 2016. Y luego cuando vimos la participación, pues con más razón. Con la expectativa ya de campaña, un objetivo para nosotros difícil pero posible era un parlamentario más por territorio, y vista la participación, 31 es un grandísimo resultado.

- Su partido ha obtenido casi 50.000 votos menos que en 2016.

- Ha habido un cambio de chip global con el tema del confinamiento en una parte de la población que ha cambiado el orden de sus prioridades, incluso su forma de enfrentar y entender la vida. También ha habido una parte de miedo de gente mayor que no se ha visto segura para salir estos últimos días con el brote de Ordizia. Y luego también estamos en un julio muy atípico después de tener a la gente amarrada en sus casas cuatro meses. Yo no le doy una cualificación mayor desde el punto de vista político.

- Pero esta desmovilización les ha penalizado.

- Claramente, porque somos un partido que capta votos en todos los ámbitos.

- ¿Y el voto joven? No parece que haya ido al PNV.

- Me da la sensación de que no ha ido a ningún lado. La juventud en general no ha ido a votar y la que ha ido... no sé a quién habrá votado.

- Con todos los condicionantes que plantea, EH Bildu ha sido la única formación que ha ganado votos. ¿Le preocupa?

- Veo a Bildu con solidez, como ya la veía antes del domingo. Ha hecho una campaña de incitar al miedo y a no ir a votar, en los últimos días sobre todo, poniendo mucho el acento en la preocupación sobre la situación en el Goierri, etcétera, y sin embargo su gente va a votar. Y luego, el plus que se ha llevado esta vez es la caída de Podemos. Podemos ha hecho un auténtico desastre de campaña porque lo que ha hecho ha sido engordar a Bildu. Si tu alternativa es la opción de izquierda y tú (Podemos) estás en crisis, lo lógico es que parte de tu electorado diga 'pues si yo soy de izquierda me voy con Bildu'.

- PNV y PSE tendrán mayoría absoluta en el Parlamento. ¿Intuye una oposición férrea por parte de la izquierda abertzale?

- Su fortaleza es relativa porque está volviendo a la cota que tuvo con Laura Mintegi. Bildu sube, pero nosotros también subimos y la distancia se mantiene. Pero se van a crecer seguro. Y seguro que van a ejercer el liderazgo de la oposición y van a caer en la tentación de hacer una acción combinada de oposición parlamentaria y en la calle, apoyándose en la situación socioeconómica y sociolaboral y en la fuerza de convocatoria que le da LAB como correa de transmisión, pero también de ELA. Ojalá Bildu vire 180 grados su forma de hacer política, pero no soy optimista. Creo que va a ir a una oposición destructiva combinada de acción parlamentaria y acción de calle.

- Es curioso que la campaña menos soberanista alumbre el Parlamento más nacionalista.

- Pero eso responde al juego político en el que ha querido moverse Bildu. Bildu ha optado en la campaña por un 'eje antiPNV' y para eso tenía que exacerbar el contenido de izquierdas. En el tema soberanista no le iba a seguir nadie porque tenía una contradicción. Para que lo suyo cristalizara necesitaba el concurso de dos fuerzas políticas de obediencia españolista y constitucionalista, Podemos y el PSOE. Y claro, eso le rompía un poco el relato en el ámbito soberanista. Entonces se ha escorado a posiciones de izquierda y a jugar también un poco con ese tipo de mensajes sobre intangibles de corrupción, mala gestión...

- Vox se estrena en la Cámara.

- No pongo ningún reparo a quien haya votado a Vox, lo malo es que otros podíamos haberlo evitado porque podíamos haber ido a votar un poco más. Con 4.000 votos escasos tiene un parlamentario.

- El Gobierno central de coalición no ha salido bien parado en Euskadi. Podemos se ha hundido y el PSE no ha logrado rentabilizar el 'efecto Sánchez'.

- Me da la sensación de que una parte de la ciudadanía no ha ido a votar porque no había riesgo. Ni riesgo de cambio ni quería cambio, y eso le ha hecho quedarse en casa. Ha habido dos grandes pulsiones electorales. Una, la que ha primado al PNV diciendo 'bueno, estos gobiernan, me fío de ellos, lo hacen bien, me han sacado otras veces de otros apuros y esta vez también lo harán'. Y otra se ha polarizado en torno a Bildu, que ha sido la alternativa dura. Pero creo que los resultados del partido socialista son buenos.

- Da la sensación de que se ha quedado un poco a medias.

- Lo que pasa es que tiene una base electoral que probablemente es de las que se han quedado en casa. Es esa que no ha visto que había riesgo en nada y ha dicho 'bueno, pues mira, si ya van a sacar mayoría absoluta el PNV y el PSE, pues yo me quedo en casa'. Al PSE sí le ha castigado la abstención, no ha perdido votos hacia ningún otro partido. Se han quedado en casa, pero los tiene ahí, y el resultado, uno más, uno menos, consolida la mayoría absoluta si cerramos un pacto de gobierno. En ese sentido su aporte cualitativo lo dan con diez parlamentarios perfectamente.

- ¿Y el comportamiento del PP?

- Al PP le pone en una difícil situación la doble foto, la foto gallega y la foto vasca. La foto gallega, con un PP periférico, con un discurso distinto y con un liderazgo más abierto, saca unos resultados. Y en Euskadi, con una vuelta al pasado, con una radicalización del discurso y con un volcarse de Pablo Casado pues... El PP tiene que cambiar de vías rápidamente si quiere pintar algo en las nacionalidades históricas y en la periferia. O sigue la estela gallega o tiene un futuro complicado.

- ¿Cuándo empezarán a negociar con el PSE?

- Anoche (la del domingo) ya tuvimos una conversación por WhatsApp Idoia (Mendia) y yo. La relación con el PSE es muy fluida. Nuestra idea es no perder el tiempo. Vamos a convertir agosto en un mes hábil para que la primera semana de septiembre podamos tener ya Gobierno.