El PNV vuelve a ganar en Bilbao pero pierde terreno

El mapa supone casi un calco de las elecciones de 2020, ya que el PSE y el PP repiten como la tercera y cuarta fuerzas más votadas, aunque es especialmente significativo el avance de la formación conservadora al registrar tres puntos más y recabar 20.877 sufragios, 8.147 sufragios más que en las elecciones celebradas en plena pandemia. El PP ha dado un vuelco absoluto a la situación vivida hace cuatro años cuando llegó a perder la confianza del 52% de su electorado. Sumar irrumpe con 6.302 votos tras obtener el apoyo del 3,88% de los votantes.

El triunfo indiscutible de PNV vuelve a dejar a los jeltzales un sabor agridulce. Se mantiene como la primera fuerza con 64.204 votos y lograr 8.590 más que en la anterior cita. De hecho, es el segundo partido que más votos ha conseguido. No obstante, es, junto a Podemos, que desaparece de la Cámara vasca, el único partido que pierde cuota.

Con una abstención del 38,32%, 13 puntos menos que hace cuatro años (51,42%), ha atraído al 39,55% de los electores frente al 42,6% de entonces. Su victoria queda muy por debajo, asimismo, de los resultados alcanzados en 2016, cuando quedó a solo 118 votos de los 69.000, 5.000 más que ahora. Solo el PSE ha mantenido un comportamiento similar. Si hace cuatro años se ganó la confianza del 14,53% de los votantes, en esta ocasión ha sido del 15,96%, lo que le han servido para sumar 24.288 sufragios, 5.316 más.

Con este resultado el PNV ahonda en los fríos resultados ya cosechados en las elecciones municipales de mayo del pasado año, pese a su holgada victoria. El alcalde, Juan Mari Aburto, sufrió entonces un duro golpe al quedar lejos de la mayoría absoluta tras perder dos de sus 14 concejales en su tercera legislatura.

Además, la capital vizcaína, en la que votaron 164.297 personas, 24.000 más que en 2020, ha visto comprimir la distancia entre el PNV y Bildu. Si hace cuatro años, les separaban 31.644 votos, ahora esa diferencias se ha reducido a 27.766. La formación abertzale ha aprovechado el descalabro de Elkarrekin Podemos, que ha perdido cerca de 8.000 votos, para reforzar su posición como segunda fuerza.