PNV y PSE agilizarán su acuerdo para que haya investidura a primeros de septiembre
Los resultados apuntan a una correlación de fuerzas similar a la actual en un Ejecutivo con la tarea urgente de la reconstrucción
Lejos de la liturgia habitual -posponer la cuestión de los pactos de gobierno hasta después de una primera ronda del ganador con el resto de ... fuerzas parlamentarias-, PNV y PSE dieron muestras ayer de que no piensan enredarse en formalismos. De que van a ir al grano para agilizar la crónica de un pacto anunciado, la reedición de su coalición de gobierno con la vista puesta en la elaboración de unos Presupuestos, los de 2021, de supervivencia y reconstrucción que se elaborarán mirando de reojo a Madrid y Bruselas.
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No cabían dudas sobre la fórmula de gobierno, que contará con una holgada mayoría absoluta de 41 escaños y que viene prefigurada además por los acuerdos en diputaciones y ayuntamientos, pero, por si las moscas, los propios protagonistas se encargaron ayer de despejarlas. El PNV dejó claro que los socialistas son su «primerísima opción» y que la cohabitación «ha funcionado» durante los últimos cuatro años. «Empezaremos a hablar y seguro que el lehendakari ya está en ello», deslizó la presidenta vizcaína, Itxaso Atutxa. «Toca sentarse y negociar», corroboró el líder del PSE en Gipuzkoa, Eneko Andueza. «Estamos dispuestos, siempre y cuando sirva para construir un futuro mejor para Euskadi», abundó.
Eso, en público. En privado, jeltzales y socialistas son aún más explícitos. Fuentes de ambos partidos no solo dan por hecho el pacto de coalición sin mayores sobresaltos -una fórmula que garantiza además a Pedro Sánchez que podrá seguir contando con el PNV en Madrid a medio plazo-, sino que se conjuran para imprimir ritmo a las negociaciones, de tal manera que la sesión de investidura de Urkullu pueda celebrarse la última semana de agosto, en las fechas habituales del primer consejo de gobierno en Miramar, o, más probablemente, la primera semana de septiembre. «Nunca se ha tardado menos de mes y medio, esos son los plazos en que nos queremos mover. Hay que poner el país en marcha cuanto antes», coinciden.
Jeltzales y socialistas empezarán a hablar hoy mismo tras intercambiar ya mensajes telefónicos
Los socialistas insisten en que es al PNV, como ganador de las elecciones, al que le corresponde «tomar la iniciativa». Le piden, en ese sentido, que acredite a sus electos «cuanto antes» -a poder ser, la semana que viene- para que «eche a andar el reloj de la investidura». Al tener 31, solo con que los parlamentarios jeltzales recojan sus credenciales empezarían a correr los plazos y el pleno de constitución de la Cámara podría celebrarse en la primera mitad de agosto. Nadie descarta un breve parón vacacional para tomar aire pero, en principio, agosto será un mes hábil. En paralelo, las comisiones negociadoras de PNV y PSE irán dando forma al acuerdo que alumbrará el tercer Gabinete de Iñigo Urkullu. Tras convocar ayer a sus respectivas ejecutivas e intercambiar Andoni Ortuzar e Idoia Mendia mensajes por whatsapp, jeltzales y socialistas tienen previsto arrancar hoy mismo las conversaciones, aunque sea de manera informal.
La diferencia con 2016 es que el PSE ahora garantiza la mayoría absoluta, lo que podría aumentar el peso relativo de sus carteras
Tres carteras
Dos incógnitas se ciernen sobre ese futuro Ejecutivo: el peso que tendrá el PSE como fuerza minoritaria y las posibles caras nuevas en un Gobierno destinado en principio a ser continuista y «con pocas sorpresas». De este último asunto, nadie suelta prenda. Respecto al reparto de carteras, los socialistas admiten que la correlación de fuerzas (31-10) es muy similar a la que alumbraron las urnas en 2016 (28-9), por lo que es de esperar que en un Ejecutivo de igual tamaño, con once departamentos, el PSE mantuviera tres. La gran diferencia es que ahora la formación de Idoia Mendia sí garantiza la mayoría absoluta al Gabinete, mientras que hace cuatro años la suma se quedó a un escaño. Eso, según las fuentes consultadas, debería garantizar que los socialistas no disminuyan su representación e e incluso que aumenten su peso relativo. Es decir, que aunque no gestionen más carteras sí que se encarguen de áreas consideradas de mayor responsabilidad. «No hemos dedicado un minuto a pensar en eso aún», apuntan en la ejecutiva del PSE.
Lo que sí tienen claro ambos es que la negociación del programa de gobierno tendrá una importanca «capital» porque será necesario sintetizar las medidas económicas -con posible reforma fiscal a medio plazo en el horizonte incluida- en un acuerdo a expensas del margen de endeudamiento con el que cuente Euskadi. En ese sentido, las fuentes consultadas confían en que la Comisión Mixta que fijará la senda de déficit pueda celebrarse antes de que acabe julio, lo que despejaría incógnitas sobre el escenario macro en que PNV y PSE van a tener que moverse.
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