El PP vasco no rentabiliza su subida en votos y sigue fuera del Congreso

Pero ese ascenso, sin embargo, no cumplió las expectativas, resultó insuficiente para recuperar representación en las Cortes y deja a los populares vascos ante un escenario muy preocupante de cara a las elecciones autonómicas de 2020. Sobre todo porque el PP vasco no logró aprovechar el descalabro que sufrió Ciudadanos -partido con el que disputaba una gran bolsa de electores-, que pierde casi 3 de cada 4 sufragios que consiguió en abril. Y tampoco se benefició del estancamiento de Vox, que sólo ganó un puñado de votos.

La llamada al voto útil que los populares realizaron a lo largo de la campaña -que a nivel nacional sí funcionó- apenas surtió efecto en Euskadi; sobre todo en Álava, territorio donde los conservadores sufrieron su mayor decepción. La candidata que sustituía a Javier Maroto, Mari Mar Blanco, mejoró en mil votos el resultado del exalcalde de Vitoria, pero se quedó a 2.047 sufragios del escaño, que vuelve a ser para EH Bildu -cuando en abril la diferencia fue de 384 papeletas-.

Bizkaia es el territorio en el que el PP vascoestuvo más cerca de conseguir representación. A Bea Fanjul le faltaron sólo 163 votos -en las anteriores generales fueron más de 11.000- para conseguir su acta de diputada, finalmente para el PNV. Fue la candidata popular que más subió, de 49.859 a 55.130 votos, un 1,5% más, tal vez porque ha sido la que más insistió durante la campaña en la «necesidad de reunificar» el voto del centro derecha vasco. Pero su mensaje no ha sido suficiente para lograr el escaño, y ahora su futuro político queda en al aire.

Gipuzkoa se mantiene como un territorio inhóspito para el PP vasco, que en los últimos años sólo ha tenido la 'alegría' que brindó Borja Sémper en las municipales de mayo. Ahora, la candidatura de Iñigo Arcauz, que como la de Blanco y Fanjul había sido elegida por Génova, vuelve a naufragar y sólo consigue el 6,16% de los sufragios; cifra, eso sí, que mejora en un punto el registro de hace siete meses.

Aún es pronto para determinar las causas de este nuevo batacazo electoral del PP vasco, pero en el equipo de Alfonso Alonso ya se señalaba anoche la «imposición» de los candidatos por parte de la dirección de Casado, que de nuevo desoyó las propuestas remitidas desde Euskadi. Pero, sobre todo, se lamentaban las proclamas de última hora lanzadas desde el PP nacional, que evidenciaban un mensaje cercano a Vox. En concreto, se apuntaba a la moción aprobada el pasado jueves en la Asamblea de Madrid junto a la extrema derecha y Ciudadanos para ilegalizar a los partidos soberanistas. «Ha sido toda una ayuda», ironizaba un alto cargo del PP vasco.