El voto «latente» y los «errores» ajenos revitalizan el socialismo en la Margen Izquierda

Pese a haberse dejado por el camino 11.000 de los 93.000 apoyos logrados en los ayuntamientos vizcaínos hace cuatro años, la formación que lidera Eneko Andueza ha encontrado brotes verdes en el lugar más anhelado: la Margen Izquierda y la Zona Minero, feudos históricos para el socialismo venido a menos durante los últimos años.

Algo parece haberse revitalizado en ambas comarcas porque, a la pétrea alcaldía de Mikel Torres en Portugalete -y la de 'Txitxo' Abascal en Ermua- los socialistas sumarán dos más la próxima legislatura, Trapagaran y Muskiz. No solo eso, los resultados mejoran ligeramente en Abanto-Zierbena, un poco más en Ortuella, y con contundencia en Sestao. Solo Barakaldo, antaño gran icono del poder socialista en Bizkaia, sigue arrojando resultados negativos. Y, pese a crecer, tampoco satisface lo ocurrido en Santurtzi.

¿Cómo puede explicarse todo esto? «Aunque haya menos votantes por el bajón demográfico tenemos un electorado muy movilizado que cuando se registran altos porcentajes de abstención nos hace ganar terreno», resume Torres, secretario general del PSE territorial. Hay otras razones. Algunas pueden anotarse como mérito a los socialistas a la hora de activar a un votante «latente», como la elección de candidatos «que trabajan la calle a largo plazo». Otras, no. Pasa que los «errores» ajenos en política a veces son tan productivos como una buena campaña electoral.

Los estrategas socialistas reconocen que los cambios sociodemográficos les impiden creer que la Margen Izquierda pueda volver a ser el feudo fiel de antaño y que hay que ganarse los apoyos «en cada comicio». Aún así, señalan al menos tres factores externos que han obrado a su favor. El más evidente sería el «descalabro» de Podemos, que le ha llevado a desaparecer de tres corporaciones de la zona en beneficio de EH Bildu y el PSE. También sumaría el desgaste jeltzale. «Ha habido hartazgo porque el PNV es el voto fácil, como el que va a un bar y si no sabe qué tomar pide una Coca Cola».

El segundo argumento apela al «carisma» de los candidatos en unas elecciones tan «personalistas» como las que quitan y ponen alcaldes. Los socialistas creen que Sabin Etxea ha «fallado» en la elección de sus cabezas de lista en varios ayuntamientos de la zona. Un resbalón que, a toro pasado, también reconocían ayer fuentes jeltzales. Por ejemplo, en Muskiz.

El histórico alcalde jeltzale Borja Liaño dejó paso a una candidata «sin su valor añadido». Los sondeos del PSE tenían «detectadísima» una tendencia al alza, «pero no tanto como para ganar». La historia se habría repetido en Trapagaran tras el paso a un lado del nacionalista Xabier Cuéllar. Su sucesora se ha enfrentado en las urnas al socialista Miguel Ángel Gómez Viar, líder de la oposición los últimos ocho años a la vez que diputado foral de Transportes. Una mezcla de «cercanía al vecino» y cierto grado de notoriedad que ha funcionado.