Ekaitz Pau (Gorliz Bizirik), nuevo alcalde de Gorliz
La nueva agrupación vecinal de Gorliz se hace con la Alcaldía tras un acuerdo con BilduEkaitz Pau se apoya en la abstención soberanista para imponerse en un municipio donde los jeltzales sólo habían perdido dos elecciones
El acuerdo alcanzado el jueves y publicado la víspera por EL CORREO se ha traducido en la llegada al poder de Ekaitz Pau, nuevo alcalde ... de Gorliz. El cabeza de lista de Gorliz Bizirik, debutante en política, ha recogido la makila pasadas las 12 horas. La regidora saliente, Nagore Utxupi (PNV), le ha transferido el bastón de mando a Pau, de 30 años y comercial en el sector de maquinaria industrial. EH Bildu, con quien Bizirik llegó a un acuerdo esta semana, se ha abstenido para facilitar la investidura de Pau.
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La plataforma independiente Gorliz Bizirik fue la fuerza más votada el pasado 28 de mayo, con 1.009 votos. Uno de cada tres vecinos del municipio costero (32,64%) que acudió a las urnas depositó su confianza en un nuevo movimiento vecinal tras la ruptura del Grupo Independiente de Gorliz (GIG). La histórica agrupación vecinal del pueblo -nació en 1983 y llegó a gobernar entre 2007 y 2011- saltó por los aires la pasada legislatura debido a diferencias internas y falta de recursos. Parte de su núcleo se integró en Gorliz Bizirik, que ha arrebatado la alcaldía al PNV, que pasó de un 41,11 a un 28,37% de apoyo. La legislatura de Utxupi ha estado condicionada por la pandemia, un factor que ha influido, junto a otras causas, en los retrasos en la construcción del nuevo pabellón deportivo, que, finalmente, abrirá este año. En el pasado mandato también se aprobó el Plan General de Ordenación Urbana.
El descalabro jeltzale en las urnas hizo que pasara de primera a tercera fuerza en Gorliz, con un EH Bildu en alza (del 27,1 al 30,5%) que se ha convertido en la llave de la gobernabilidad al no haber mayoría absoluta. Cinco representantes tiene Gorliz Bizirik (el GIG consiguió tres en 2019), por cuatro de EH Bildu y PNV. Los cuatro concejales electos de la coalición abertzale se han abstenido para investir a Pau y contarán con alguna concejalía que aún se tiene que negociar. Lo que sí está cerrado es la creación de una oficina de derechos sociales junto al Ayuntamiento de Plentzia, bajo la dirección de un concejal de la coalición soberanista, según reza el acuerdo alcanzado entre ambos partidos.
El documento firmado entre los líderes de ambas formaciones incluye la puesta en marcha de cinco medidas con las que iniciar la legislatura, «acordes con las líneas programáticas de ambos partidos». Entre las propuestas destaca la derogación íntegra de la ordenanza de civismo, la retirada de radares «punitivos» y sustitución de los mismos por pedagógicos, la realización de una auditoría externa sobre la situación del polideportivo municipal (las obras se iniciaron en 2020) y la publicación de sus resultados o la puesta en marcha de una oficina de derechos sociales junto al Ayuntamiento de Plentzia, bajo la dirección de un concejal de la coalición soberanista. También han pactado retirar el recurso que el Consistorio registró contra el fallo del Juzgado de los Social número 2 de Bilbao, en relación a la denuncia que una policía local interpuso por un supuesto delito de acoso entre compañeros, que le reconoció la baja laboral de la trabajadora.
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Diferencia con las forales
Los trece miembros de la nueva legislatura se componen de la siguiente manera. Los primeros representantes de Gorliz Bizirik serán el alcalde Ekaitz Pau, Iban Perez (independiente), Inmaculada Arco, Fernando García e Itziar Gutiérrez. Los cuatro de EH Bildu, que mantiene la representación obtenida en 2019, son Izaskun Ibarra, Iñigo Zarandona, Izaskun Algorta y Jose Antonio Martinez. Con cuatro también se queda el PNV, que se deja dos concejales con respecto a los últimos comicios. La última alcaldesa Nagore Utxupi, Jose Luis Arrola, Andoni Landa y Maria Tamara Igartua serán la cara visible de los jeltzales en un pueblo que han gobernado desde la reinstauración de la democracia excepto en una legislatura, la que aupó en 2007 a Emma Calzada, del Grupo Independiente de Gorliz. El municipio costero ejemplifica el retroceso que el PNV experimentó en Bizkaia, donde a pesar de la caída general sigue siendo de lejos la fuerza más votada. La hegemonía jeltzale pierde 18 municipios, pero lidera con 55. Muy cerca se pone EH Bildu, que sube de 29 a 41 alcaldías. Por su parte, los independientes amarran 12 localidades, subiendo 8. El PSE duplica las dos que tenía.
En el caso de Gorliz resulta curioso comparar los resultados del 28-M en las municipales y forales. Sin la presencia de Gorliz Bizirik en el camino a las Juntas de Bizkaia, la formación jeltzale arrasó en los comicios con un 44%. Se dejó 8 puntos con respecto a 2019, pero aun así aventajó en 11 puntos a EH Bildu. Sin embargo, esa superioridad no se trasladó a las elecciones locales y se dejó casi medio millar de votos en el camino, en lo que fue un correctivo a la última gestión de Utxupi. El bajón del PNV también se nota en los municipios colindantes con Gorliz. Tanto en Plentzia como en Lemoiz EH Bildu le ha ganado la partida y le ha arrebatado la mayoría absoluta. En Gorliz, la fuerte irrupción de Bizirik devuelve la gestión de este pueblo de algo más de 6.000 habitantes enclavado frente al Cantábrico a las plataformas vecinales, un movimiento que en Bizkaia cada vez cobra más fuerza.
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«No son las palabras sino los hechos los que nos han traído hasta aquí»
Ekaitz Pau ha agradecido en su primer discurso «el apoyo y la cercanía» de sus vecinos y ha manifestado que contará tanto con Bildu, que ha facilitado su investidura, como con el PNV para sacar sus medidas adelante.
«Hemos sentido el apoyo de toda la ciudadanía y nos han dado fuerzas para salir adelante». Las primeras palabras de Ekaitz Pau como nuevo alcalde de Gorliz dibujaban en una sonrisa en su cara. El cabeza de lista de Gorliz Bizirik ha agradecido en su discurso la «cercanía» de sus vecinos, que depositaron en esta nueva agrupación vecinal su confianza para los próximos cuatro años. «Somos transparentes. Los que formamos este proyecto estamos muy tranquilos, no son las palabras sino los hechos los que nos han traído hasta aquí», ha festejado desde el sillón presidencial del salón de plenos del Ayuntamiento de la localidad costera.
«Estamos tranquilos porque tenemos un equipo muy sólido, totalmente preparado para asumir esta gestión. Somos personas que conocen las necesidades del pueblo. El objetivo es conseguir que todo el mundo se sienta integrado y no dejar a nadie atrás». Así ha cerrado su intervención Pau, que se ha llevado la ovación de más de medio centenar de vecinos que han querido arroparle en un día tan señalado como el de la investidura.Unos minutos más tarde y en declaraciones a EL CORREO, Pau ha manifestado que «quiero ponerme al día con las necesidades del pueblo para llevar a cabo nuestras propuestas». Y a pesar de que EH Bildu ha sido la formación que ha facilitado su investidura tras un acuerdo logrado esta misma semana, el propósito de Gorliz Bizirik es «dialogar con las dos formaciones». Es decir, que la nueva agrupación vecinal contará tanto con los abertzales como el PNV, a priori, en la oposición tras quedarse fuera del acuerdo de investidura, para intentar sacar las medidas de su programa durante la legislatura que echa a andar. «Vienen cuatro años de trabajo y estamos muy ilusionados», ha zanjado un sonriente Pau, que tras el pleno que le ha convertido en el segundo alcalde independiente de la localidad (Emma Calzada lo fue entre 2007 y 2011 con el extinto Grupo Independiente de Gorliz) ha celebrado su victoria en el bar Portalena, situado enfrente del consistorio vizcaíno.
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