Asier Iragorri, el profesor afable y paciente
Extrovertido y de carácter conciliador, será el encargado de liderar la transformación que vivirá Basauri con el plan de regeneración urbana
Leire Pérez
Lunes, 29 de mayo 2023, 00:49
Asier Iragorri, ese profesor de un colegio religioso de Bilbao, afín a ideas nacionalistas vascas «desde siempre» y rodeado de un «entorno jeltzale», aunque no siempre vinculado a la política, ha vuelto a cosechar el respaldo de su pueblo. Los basauritarras han decidido por una amplia mayoría que siga ostentando la 'makila' cuatro años más, durante los que deberá liderar la transformación que vivirá el municipio derivada del plan de regeneración urbana.
Alcalde del municipio de más de 40.000 habitantes esta pasada legislatura, accedió al Ayuntamiento de Basauri hace doce años de la mano de su predecesor en el cargo, Andoni Busquet. En su primera etapa en el gobierno local fue responsable de las áreas de Política Social e Igualdad, dos carteras en las que se siente cómodo y que ha potenciado después ya como regidor.
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De carácter conciliador, se describe como una persona «positiva» que con el paso de los años –ya suma 55– ha aprendido a esperar su momento, a dejar a un lado la «impulsividad» que le caracterizaba en su juventud y a tomar las decisiones «con pausa, tranquilidad y escuchando a las partes implicadas», según reconocía hace tiempo a este periódico. Lo cual no significa que contemporice, porque cuando actúa lo hace «con todas las consecuencias», se equivoque o no.
Aquellos que le conocen de cerca y trabajan con él en esto del servicio público dicen que es alguien «muy humano». También que «se preocupa por cómo están sus colaboradores más cercanos. Sabe delegar, pero le gusta estar al tanto de todos los temas». En definitiva, que es de esas personas fáciles de llevar, «muy de trabajar en equipo», que toma en cuenta las opiniones de los demás, a pesar de ser el que lleva la batuta.
Asier Iragorri no es un político que se encierra en su despacho. No es extraño coincidir con él por las calles de Basauri, «un pueblo en el que creo», dice. Del barrio de Pozokoetxe, aunque de pequeño residió en Ariz, es de carácter amable y le gusta relacionarse. Es familiar, una persona «leal y cercana», que huye de la soledad y prefiere estar acompañado, afirman sus amigos.
De hecho, siempre ha manifestado que está en la primera fila de la política gracias a su familia. Lo primero que hizo hace cuatro años, cuando su partido le propuso liderar la formación jeltzale en Basauri, fue hablar con su mujer y sus dos hijos y conocer su opinión. Si no hubieran estado cómodos no hubiera dado un paso adelante, una vez se retiró su compañero de partido, Andoni Busquet. Cuatro años después sigue siendo para él importante lo que opinan y, sobre todo, cómo se sienten los suyos con sus responsabilidades y su proyección pública.
Deportista
Hace años reconocía a este periódico que no es probable que se le caiga la casa encima. Es amante de su pueblo y de sus fiestas de San Isidro y de los 'Sanfaustos', que vive desde dentro (forma parte de la cuadrilla de Zigorrak).
Persona muy activa, aprovecha los ratos libres que le deja la política para hacer lo que más le gusta: practicar deporte. Ha jugado al fútbol y al rugby, tanto en Basauri como en Bilbao. Desde que tuvo que renunciar a ambas disciplinas en los equipos de su pueblo, no es raro verle por los frontones municipales jugando con sus amigos a pala.
Amante de la fotografía, este euskaldun tiene también entre sus aficiones viajar y conocer otros culturas, aunque en los últimos años lo ha tenido difícil por sus obligaciones políticas. Para relajarse opta por pasear por el monte y cocinar.