El PNV exigirá a Sánchez que aborde «con valentía» la cuestión territorial a cambio de su apoyo
Los jeltzales han presentado esta mañana la Coalición por una Europa Solidaria, con la que Izaskun Bilbao aspira a revalidar su escaño en Bruselas
El PNV no tiene prisa. Ninguna. Centrado ya en la campaña de las municipales, forales y europeas del 26 de mayo, espera la ... llamada de Pedro Sánchez «sin ninguna ansiedad». Eso sí, cuando la reciba, Andoni Ortuzar acudirá a Madrid con una premisa clara: si el presidente en funciones quiere contar con su partido para superar el trámite de la investidura y para garantizar la gobernabilidad deberá abrirse a abordar «con decisión y valentía» la «crisis» del modelo de Estado, es decir, ofrecer alguna salida a la cuestión territorial que no sea simplemente esperar acontecimientos.
La continuidad del calendario pactado de transferencias con Euskadi y algún tipo de oferta de diálogo para Cataluña podrían satisfacer esta exigencia del PNV, aunque esta mañana el líder del EBB ha evitado concretar más y se ha limitado a insistir en que los jeltzales continúan con la «mano tendida» para contribuir a la «estabilidad» en España aunque también son «claros» a la hora de exigir a Sánchez un compromiso para buscar solución a los «grandes problemas del modelo territorial del Estado». A partir de ahí, los perneuvistas no expresan preferencias sobre la fórmula en la que Sánchez pueda apoyar su futuro Gobierno –con o sin coalición con Podemos–, aunque Ortuzar sí ha cargado contra quienes han «cambiado de discurso» tras el 28-A, al considerarles «gente poco fiable». «Nosotros seguimos diciendo lo mismo y estamos dispuestos a hablar, pero la pelota está en el tejado de Sánchez», ha insistido.
Ortuzar se ha pronunciado así tras la presentación de la alianza para las elecciones europeas que comparte con Coalición Canaria, Compromiso por Galicia, Geroa Bai y dos pequeños partidos nacionalistas de la Comunidad Valenciana y Baleares. La puesta de largo de CEUS –siglas de Coalición por una Europa Solidaria– ha servido a Ortuzar para insistir en el rechazo del PNV y sus aliados a la «recentralización» y «el modelo de Estado al que algunos nos quieren llevar». «Casualmente», ha subrayado en velada referencia a los populismos de derecha, «los mismos que tampoco apuestan con claridad por una auténtica Unión Europea, los que no empujan para conseguir la Europa casa común de pueblos y naciones europeas, espacio para la democracia, la justicia social y el progreso».
De hecho, ha insistido, CEUS defiende una Europa «unida en la diversidad», donde las «naciones» que la componen puedan ser reconocidas y tener voz propia en los órganos de decisión comunitarios. Eso ayudaría, según su visión, a revitalizar el proyecto europeo, ahora «una caricatura de lo que debía ser», lastrado por los «egoísmos estatales, la falta de liderazgos y la ausencia de valentía para fijar una posición común en los grandes temas del continente».
Izaskun Bilbao, que aspira a revalidar su escaño en Bruselas ya sin el impulso extra que aportaba la alianza con la antigua Convergència, –y que podría lograrlo según las últimas proyecciones de la propia Eurocámara– ha cerrado las intervenciones de los miembros de la coalición, centradas todas ellas en reivindicaciones muy pegadas al terreno en cada territorio, en materia de transportes, ayudas fiscales en las islas o temas pesqueros y agrarios. Todo un ejercicio de pragmatismo pese a que en el documento fundacional de CEUS sí se recoge el compromiso para defender «el ejercicio legítimo del derecho a decidir». Pero la prioridad, ha dicho Bilbao, son «las personas» y las políticas europeas con «acento social».
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