Superado el verano, es el momento de ser creativos

Ya ha llegado septiembre y con él la vuelta a la rutina y, por qué no, el comienzo de nuevos proyectos empresariales. Las siete revoluciones en el mundo empresarial están ya aquí y van a obligar a muchísimas empresas a reinventarse con nuevas habilidades, nuevas fortalezas y nuevas maneras de hacer dinero. Muchas empresas comienzan el curso con una buena lista de «tareas por hacer». Algo parecido le pasó a Apple cuando en los noventa pasó de tener un 20 por ciento de cuota de mercado a un 3 por ciento. Su revolución fue lanzar el iPod. En el 2000 no creó una nueva tecnología ni un diseño mejor (ya existían MP3s como el Rio o el Cabo 64 que eran igual de fiables y bonitos). Lo que creó es un nuevo modelo de negocio. Copiando a Gillette, pero en lugar de regalar el «mango» y vender caras las «cuchillas», Apple daba casi gratis la «descarga» (la cuchilla) de canciones provocando una fuerte demanda de sus caros «iPods» (el mango). En tres años vendió muchos millones de iPods. Hizo bien sus deberes.

Lo impresionante es que se hizo líder en un espacio nuevo para ellos: la música. Era un proveedor en un mercado en caída (PCs) y se reinventó entrando sin experiencia en un territorio hostil (la música). Algo similar ha ocurrido también en el mercado del comercio minorista. Empresas de descuento como Amazon, Walmart o Target han entrado en mercados con modelos de negocio innovadores y se han llevado el 93 por ciento de la capitalización de todo el sector, robando 300.000 millones de ventas a los competidores que estaban antes.

Cuando uno se asoma a las revoluciones aceleradas en robótica, inteligencia artificial, big data, impresión 3D, biotecnología, internet de las cosas, drones, blockchain, coche autónomo, moneda electrónica, y empieza a reflexionar sobre cómo se van a mezclar para alterar completamente las fuerzas competitivas en los sectores, se da cuenta de que las empresas de hoy tienen un gran reto: la supervivencia.

Septiembre llega con mucho movimiento en muchos sectores industriales. Es el momento de la creatividad y «mover ficha». Confiemos en la energía creativa española y en la capacidad de innovación y, sobre todo, que a partir de septiembre las empresas nacionales concentren sus esfuerzos en potenciar esta energía.