La recaudación de impuestos en Euskadi se relaja pero crece por encima del 6% hasta junio

Junio, en cualquier caso, es un mes de transición, ya que no refleja aún la totalidad de los efectos en la liquidación del IRPF. No obstante, hasta finales del pasado mes sí se han contabilizado la mayor parte de las devoluciones de la última declaración de renta, pero no así los ingresos, que se volcarán en los datos de julio. Incluso, las administraciones vascas esperarán hasta el cierre de agosto para hacer una proyección certera, no solo de cómo puede terminar el año sino también de lo que cabe esperar de cara a 2024.

Las haciendas forales han ingresado en esta primera mitad del año un total de 6.820 millones de euros. Una cifra que supone haber recaudado 388 millones de euros más que en el mismo periodo de 2022. Este incremento del 6,03% se mantiene por encima de las estimaciones que el Gobierno vasco y las diputaciones forales hicieron el pasado mes de octubre y que sirvió para elaborar los presupuestos de todos los niveles institucionales, incluidos los de los ayuntamientos de la comunidad autónoma. La previsión oficial apuntaba a un aumento del 5% para este año.

Las retenciones en el IRPF son una de las claves para justificar el buen comportamiento de la recaudación. Los ingresos anticipados que tienen las haciendas procedentes de las nóminas de los trabajadores por cuenta ajena reflejan un efecto combinado positivo: el de la buena marcha del empleo y también la progresiva aplicación de incrementos salariales. Este capítulo muestra en los tres territorios aumentos por encima del 8% en los ingresos.

Por el contrario, la contabilidad del IVA se muestra errática porque es muy sensible a situaciones extraordinarias como las actas de inspección y también a los plazos de devolución. Así, Bizkaia ha registrado un descenso del 9,2% en el IVA de gestión propia, mientras que en Gipuzkoa ha crecido el 14,8% y en Álava, el 35,4%. El mismo comportamiento errático se aprecia en el Impuesto de Sociedades, el que grava los beneficios de las empresas, con un aumento del 27,6% en Bizkaia; del 23,4% en Álava pero con un descenso del 7% en Gipuzkoa.

En el análisis por territorios de la recaudación total, Álava es el que refleja una evolución más positiva, con un alza del 14,7% en este primer semestre. Le siguen Gipuzkoa, con el 6,2%, y en último lugar Bizkaia, donde el aumento es del 4,2%, el más moderado.

La evolución de los ingresos y las perspectivas para los próximos ejercicios van a ser claves también en la reflexión anunciada por el Gobierno vasco y las diputaciones de cara a una hipotética reforma fiscal, cuyos primeros pasos deberían abordarse en la segunda mitad del año. Hasta ahora y precisamente como consecuencia del aumento constante de los ingresos de las haciendas -se ha batido el récord histórico en los dos últimos años y se da por seguro que también sucederá en el presente ejercicio-, todas las señales apuntaban a meros «retoques» principalmente en el IRPF y la estabilidad en el Impuesto de Sociedades.

Con una recaudación creciendo al ritmo actual no parece justificado un aumento significativo de la presión fiscal, aunque también se va a tener en cuenta el comportamiento previsible de los próximos ejercicios. Además de algunos ajustes, la reforma también debería incluir tareas pendientes desde hace años, como es la incentivación de los planes de pensiones de empresa.

Las recientes elecciones forales, sin embargo, han complicado el panorama legislativo foral ya que la reforma anunciada por el PNV y el PSE necesitará ahora el concurso de, al menos, otra fuerza política. Y ello es así porque ambas fuerzas no tienen mayoría absoluta en las Juntas Generales de Álava y Gipuzkoa, de ahí que será necesario pactar los cambios con otro partido.