Las paradas de producción de Mercedes ya salpican a sus 600 empresas proveedoras
Las industrias auxiliares empiezan a aplicar ERTEs a sus plantillas en previsión de más suspensiones en la planta de Vitoria
Suelen decir los analistas económicos que cuando Alemania estornuda, Europa se resfría. Si trasladamos ese dicho a Euskadi, cuando la planta de Mercedes Benz en ... Vitoria tiene síntomas de constipado -como es el caso ahora con reiteradas paradas en la producción por la crisis de los microchips-, cientos de proveedores se echan a temblar. «Ya puedo ir preparando la medicación», reconocía ayer a EL CORREO, siguiendo con el símil, el responsable de una industria auxiliar de la capital alavesa. Porque la influencia que tiene la fábrica de la multinacional alemana en el sector de la automoción vasco es «tremenda», añaden fuentes empresariales; más allá de que tiene un peso del 5% en el PIB de la comunidad.
Y la suspensión de la producción tanto esta semana como la pasada debido a los problemas de suministro de semiconductores -comenzaron en marzo, se agravaron para Mercedes a finales de junio y tras las vacaciones de agosto la incertidumbre es «máxima»- empieza ya a tener sus efectos en muchos de los 600 proveedores que suma la factoría de Avenida de los Huetos. Han comenzado a aplicar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) a sus trabajadores una vez que los mecanismos de flexibilidad, para hacer frente a las paradas de la multinacional, se van agotando.
Mercedes adelanta a hoy la decisión sobre si recupera la producción la próxima semana o sigue el parón
Es el caso de firmas del parque de proveedores como Faurecia -se encarga de hacer los asientos delanteros de las furgonetas Vito y Clase V-, Sas -fabrica los salpicaderos- o también la división logística de DHL que tiene a su personal dentro de la planta automovilística. Todas ellas estarán hoy atentas a la decisión que traslade la dirección de Mercedes al comité de empresa respecto a si se recupera la producción a partir del lunes o prosigue el parón otra semana.
«Que adelanten un día la reunión -habitualmente es los jueves- puede abrir un horizonte de expectativas», aseguraban ayer portavoces sindicales de estas industrias auxiliares, «pero también es cierto que nuestros compañeros de Mercedes nos han dicho en las últimas fechas que los departamentos de logística y compras no tenían buenas previsiones a corto plazo».
«Estamos preparados para lo peor porque la situación no pinta bien», coinciden proveedores internos
A la crisis que sufre desde hace meses el mercado mundial por la falta de semiconductores -cuya mayor incidencia ahora en la fábrica vitoriana es la ausencia de los chips de los controles de estabilidad, claves en el frenado y la seguridad de los vehículos-, se le suman en las últimas semanas nuevas dificultades por los efectos de la pandemia en Malasia o Vietnam. Son dos países fabricantes de estos microchips que están sufriendo sus mayores brotes de covid desde el inicio de la emergencia sanitaria por la contagiosidad de la variante Delta, lo que está provocando un atasco en la producción de piezas.
«Estamos preparados para lo peor», en alusión a otra semana de parada, «porque la situación no pinta bien», reconocen diferentes proveedores. Uno de los más importantes que tiene Mercedes es la planta de Gestamp en Abadiño, que destina el 70% de su producción de piezas a la multinacional alemana. «Tenemos un ERTE de veinte días aprobado hasta final de año, pero al ritmo que llevamos quizá no sea suficiente», reconocen desde el comité de la fábrica vizcaína.
En la planta de Gestamp hay en marcha un ERTE de 20 días «pero quizá no sea suficiente», dice el comité
22 días sin actividad
Con esta semana completa de parada -en Seat Martorell, por ejemplo, la cancelación será de tres días-, se suman ya 22 jornadas sin actividad industrial en la cadena de montaje y pintura, algo inédito en una fábrica que, pese a todo, mantiene la plantilla de casi 5.000 trabajadores incluidos los eventuales. El objetivo es recuperar la velocidad de crucero en las líneas de producción en cuanto se solucionen, al menos parcialmente, los problemas de suministros de chips.
Porque esta crisis durará no solo lo que resta de año, sino incluso todo el próximo 2022. El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, estimaba esta semana en «18 meses» el tiempo necesario para normalizar la situación; es decir, hasta el inicio de 2023. La Unión Europea ha comenzado ya a tomar medidas para hacer frente a la falta de semiconductores, pero en sus incipientes fábricas apenas se produce el 10% de esas piezas en todo el mundo.
LOS DATOS
40.000
personas trabajan en las 300 empresas del clúster vasco de automoción Acicae y un elevado porcentaje de estas firmas tienen relación comercial e industrial con la planta de Mercedes Benz en Vitoria.
2.000
empleos tienen una dependencia directa de la factoría alemana ya que trabajan en compañías ubicadas en el parque de proveedores de la fábrica -suministran asientos, salpicaderos o ejes- o en las empresas de logística y limpieza en la propia planta. Muchas de ellas ya están aplicando ERTEs en sus plantillas.
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