Jeff Bezos deja Amazon con 197.000 millones para su particular carrera espacial

Es una buena recompensa que se ha visto deslucida por la aventura amorosa que aparentemente precipitó su divorcio en 2019, las acusaciones de monopolio que le han llevado a testificar en el Congreso de EE UU y por el escándalo fiscal con el que se va: una filtración de documentos de Hacienda ha revelado que paga impuestos de manera testimonial.

Es más, en 2011, cuando ya amasaba 18.000 millones de dólares, no solo se libró de pagar un céntimo a las arcas públicas, sino que incluso recibió un subsidio de 4.000 dólares para sus hijos. Claro que, el año pasado, su sueldo como consejero delegado de Amazon no llegaba a los 80.000 euros. Lo que valen sus acciones solo él lo sabe.

Eso sí, en su jubilación dorada va a necesitar hasta el último dólar, porque Bezos no tiene ninguna intención de darse a la placidez de la pesca. Al contrario, su intención es embarcarse en la conquista privada del espacio con Blue Origin, la empresa de transporte aeroespacial que ha fundado para competir con Elon Musk -Space X- o Richard Branson -Virgin Galactic- en el naciente sector del turismo sideral. El próximo día 20, Bezos hará realidad un sueño y abandonará la atmósfera durante unos minutos en compañía de su hermano pequeño, Mark; de la piloto de 82 años Wally Funk, que pasó las pruebas de la NASA en la década de 1960 pero nunca llegó a salir del planeta; y de un cuarto pasajero que ha pagado 28 millones de dólares por el honor.

«Desde que cumplí los 5 años, siempre he querido viajar al espacio», comentó Bezos en Instagram. Sin duda, fue un niño precoz. Su madre lo tuvo de adolescente y, a pesar de las dificultades que eso entrañó, ya en el instituto destacó como un estudiante brillante. Se graduó 'cum laude' en Informática e Ingeniería Eléctrica por la Universidad de Princeton, y no tardó en convertirse en el vicepresidente más joven del banco de inversiones D.E. Shaw. Allí fue donde, en la década de los noventa, tuvo su primer contacto con Internet. Y donde atisbó las grandes oportunidades que iba a proporcionar la nueva era que se abría ante él.

Así que dejó su puesto corporativo y se convirtió en uno de esos emprendedores del ciberespacio que tienen a gala subrayar que comenzaron su negocio en el garaje de su casa. Desde allí, Amazon vendió su primer libro en julio de 1995 y, desde entonces, su expansión ha sido exponencial, ofreciendo cada vez más productos y servicios. En 2006 llegó a la 'nube' Amazon Web Services (AWS), y un año después se lanzó Kindle.

Ahora, Amazon es el gran bazar del mundo y también una productora audiovisual cada vez más potente. En 2013, Bezos dio un salto enorme al adquirir el prestigioso diario 'The Washington Post'. Quienes lo conocen aplauden su visión a largo plazo, pero consideran que su obsesión por las estadísticas ha llevado a tratar a los empleados como robots en los que solo preocupa la productividad. Quizá eso explique que 150.000 personas hayan firmado una petición para impedir que Jeff Bezos regrese a la Tierra tras su despegue dentro de dos semanas.