Mikel Jauregi E. C.

El Gobierno vasco busca inversores para Ayesa tras atar 200 millones de Kutxabank y BBK

El consejero de Industria se felicita de haber ganado la puja y evita desvelar cuánto dinero pondrá para cerrar la compra antes de final de año

Viernes, 5 de diciembre 2025, 00:23

La oferta del consorcio vasco, formado por Kutxabank, BBK y Gobierno vasco, ganó en la puja por adquirir la división tecnológica de Ayesa, como desveló ... en exclusiva EL CORREO. Un logro destacado porque en el proceso superó a grandes fondos internacionales en una operación que los bancos asesores habían valorado en 500 millones, pero ahora queda una tarea imprescindible: la búsqueda del socio industrial para el proyecto que asegure la gestión y el desarrollo de una empresa en la que se integra la antigua Ibermática y varios activos más.

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Así lo ha señalado este jueves el consejero de Industria vasco, Mikel Jauregi, al advertir de que es una tarea que «hay que cerrar» y en la que el arraigo es «muy importante». Y es que, según confirman fuentes conocedoras de los contactos a este periódico, la familia Manzanares, fundadora y propietaria del 30% de Ayesa se aleja de la posibilidad de desempeñar esa función, al menos con un rol principal.

De momento, según ha explicado Jauregi en un foro celebrado por el 'Diario Vasco' en San Sebastián, a los 100 millones que aportan cada uno, la fundación BBK y el instrumento para las participaciones empresariales de Kutxabank, Indar Kartera, se añade la inyección de capital del Ejecutivo autonómico. Una cifra que no ha desvelado, pero que ha permitido sostener la oferta ganadora y sobre la que ha de cerrarse la negociación definitiva antes de final de año. Es el periodo en el que los propietarios de Ayesa han dado exclusividad al planteamiento del consorcio vasco.

El papel del Gobierno vasco es el de «comodín», es decir, una posición que permite asegurar la operación por la importancia estratégica de Ayesa IT, pero que está abierta a modificaciones en el futuro, una vez firmada la compra, y mediante las que el Ejecutivo podría ceder espacio a nuevos socios.

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Por eso Jauregi ha inisitido en que todos los que contribuyan al arraigo «son bienvenidos a la cuadrilla» desarrollando así la filosofía de las inversiones de la Alianza Financiera Vasca que soportan el plan industrial del Gobierno. Se trata de proyectos, como el de Talgo, en el que conviven capital público y privado junto a un socio industrial que lidere la empresa.

Primera multinacional en cincuenta años

Una dinámica de atracción de inversiones en la que, además, Jauregi anunció ayer que en 2026 desembarcará la primera mutlinacional en Euskadi «en cincuenta años». Todo un hito, teniendo en cuenta que, en los útlimos cinco años, el 77% de los 10.000 millones de capital extranjero invertido en Euskadi ha sido para comprar empresas.

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En cuanto a Ayesa, tiene un 70% de su capital en manos del fondo A&M Capital Europe (AMCE) y el 30% restante corresponde a la familia Manzanares, que fue la fundadora de la empresa. Su papel para desempeñar ese rol había centrado las miradas y Jauregi ha reconocido que «ha habido conversaciones» para conocer «¿qué vais a hacer vosotros, vais a salir, os quedáis, os quedáis con nuevos socios capitalistas?». Preguntas clave para conocer la «fotografía del acuerdo». El caso es que, a día de hoy, la vocación de mantenerse en la gestión que encarna como consejero delegado, José Luis Manzanares, no se concreta con una presencia accionarial de control.

Por eso el Gobierno vasco ha activado las tareas para para reforzar ese papel, así como para sumar a otros actores financieros. «La clave –ha explicado el consejero de Industria– es que el control estratégico de Ayesa siga siendo vasco». Por ello, la solución podrá adecuarse ya en 2026 y de forma posterior al acuerdo definitivo de adquisición.

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Más esfuerzo de las EPSV

En la operación financiera, que los asesores valoraron en 500 millones, pesa tanto el pago en capital para la compra, como la asunción de la deuda. Y, en la búsqueda de socios financieros el Gobierno ha trasladado presión ayer a Kutxa Fundazioa, el otro accionista de Kutxabank, junto a BBK y Vital, y que es heredera de la antigua caja guipuzcoana. La entidad ha descartado participar en otras operaciones como la del Grupo Uvesco (propietario de los supermercados BM y que será adquirido por sus directivos) y también en la de Talgo. Preguntado sobre su posible incorporación, Jauregi ha respondido que, «por supuesto, todos son bienvenidos a la cuadrilla, sobre todo cuando tiene tanta importancia y está tan comprometida en Donostia y Gipuzkoa». En los últimos días, se ha celebrado una reunión con las fundaciones Vital y Kutxa para analizar la operación.

Sobre las EPSV, con un patrimonio de más de 30.000 millones, el titular de la cartera de Industria del Gobierno vasco volvió a reclamar un mayor esfuerzo. «Respetando que tengan que minimizar riesgos –ha señalado–, que solo se dedique un 1% de su capital a inversiones industriales no es aceptable».

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Sobre la sede de la futura compañía, Jauregi señaló que se decidirá en el futuro y en función del esquema de accionistas definitivo.

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