La fibra de Euskaltel se integra en la macrorred de MasOrange y Vodafone

GIC ha sido escogido en un procedimiento en el que han pujado una veintena de inversores y lo ha hecho entrando con un 25%, por debajo del 40% esperado. Según han señalado fuentes conocedoras de la operación a EL CORREO, la cuantía tiene que ver con que tanto MasOrange como Vodafone han logrado la aportación que buscaban sin tener que ceder más porcentaje.

Así, el acuerdo reportará 3.200 millones a MasOrange y 1.400 millones a Vodafone, en una operación en la que se juega con la deuda de la plataforma y la aportación de 5 millones de clientes de las operadoras. Además, activa automáticamente la incorporación a la infraestructura de la fibra de Euskaltel. Y es que MasOrange empleará parte de esos ingresos para financiar la compra del 51% de Bidasoa, la sociedad que gestionaba la red de la marca naranja. Ese porcentaje fue adquirido en 2022 por inversores vascos, entre los que estaba José Galíndez -fundador de Solarpack-, y los vehículos de inversión de los Ybarra Careaga y de la familia Urrutia. Ahora, MasOrange se recompra esa parte y se queda con el 100% de la antigua red de fibra de Euskaltel, que se integrará en la macroestructura participada por el fondo de Singapur.

La red de fibra que dependía de la marca vasca se extiende por la cornisa cantábrica desde Euskadi hasta Galicia y recibió una fuerte inversión por parte de la entonces MasMóvil, tras la compra de Euskaltel, en las conexiones que van desde la red troncal a los puntos de conexión en hogares y oficinas. La estructura será gestionada ahora por la sociedad compartida por Masorange, Vodafone y GIC.

Los gestores de Euskaltel defienden la capacidad generada en su sede vasca de Zamudio para que esas instalaciones y sus profesionales jueguen un papel clave en la gestión de la nueva red surgida del acuerdo entre los dos grandes operadores. Los planes de crecimiento de la plataforma 'Surf', de hecho, contemplan un refuerzo de estas instalaciones que podrían generar una oportunidad de continuidad para la histórica tecnológica vasca.

El consejero delegado de MasOrange, Meinrad Spenger, ha señalado en una nota que «estamos muy satisfechos de este acuerdo que crea la mayor FibreCo de España. GIC ha sido elegido tras un proceso competitivo con cerca de 20 inversores interesados. Esta alianza permitirá ofrecer a nuestros clientes la mejor conectividad premium de FTTH -nuevos activos de fibra óptica hasta el hogar- y garantizará futuras actualizaciones tecnológicas».

La operación de dar entrada a GIC en la red de fibra de MasOrange y Vodafone es también un paso más de la hoja de ruta para deshojar el futuro de los propietarios de Euskatel. La operación dejara a la compañía surgida de la fusión entre MasMóvil y Orange unos ingresos de esos 3.200 millones con los que eliminar deuda y preparar el escenario final de su 'joint venture'. Se trata de una posible salida a Bolsa con la que especuló el mes pasado la consejera delegada de Orange, Chrystel Heydemann, o la compra por parte del operador francés de las acciones que corresponden a MasMóvil, que están en manos de los fondos Cinven, KKR y Providence, además de una participación de su primer ejecutivo, Meinrad Spenger, y los inversores vascos José Eulalio Poza y la familia Ybarra Careaga.