El Estado dejó sin invertir en 2021 casi la mitad del dinero previsto para Euskadi

Los datos de la inversión prevista y de la finalmente ejecutada en 2021 en cada comunidad autónoma, y del porcentaje que lo gastado supone sobre lo consignado, revelan que Euskadi se situó entre las más perjudicadas en cuanto al cumplimiento de las inversiones estatales, solo por delante de Cantabria (con el 50,9% ejecutado), Comunidad Valenciana (42,3%), Andalucía (41,9%), Asturias (40,5%) y Cataluña (35,8%).

Por contra, en la otra cara de la moneda, la de las comunidades con más inversiones llevadas a cabo el pasado año, se encuentran Madrid, Castilla-La Mancha, La Rioja o Aragón, con un 184%, 120%, 119% y 108% del presupuesto ejecutado, respectivamente, es decir, que en todas ellas se superó lo previsto inicialmente y en el caso de la comunidad de Madrid casi se dobló la inversión sobre lo que en realidad tenía consignado.

Del mismo modo, respecto a la cuantía efectivamente invertida por habitante, el País Vasco también ocupó la sexta posición por la cola, con 128 euros 'per cápita'. En este ránking, la peor parada fue sin embargo Navarra, que pese a que registró una ejecución del 66,4% del presupuesto estatal destinado a ella (50 millones de los 75 consignados), solo supuso 76 euros por habitante. Por delante de la comunidad foral se situaron la valenciana, con 93 euros por habitante; Cataluña, con 96; Canarias, con 99; y Andalucía, con 100 euros 'per cápita'. Todas ellas muy lejos de los 383 euros en inversiones por cada vecino de la Región de Murcia, de los 333 por cada aragonés o de los 309 por habitante de la Comunidad de Madrid.

Las cifras oficiales de ejecución de la inversión real territorializada muestran en 2021 grandes descompensaciones entre territorios, sin embargo, es algo habitual en todos los ejercicios. La diferencia entre lo que se presupuesta y lo que se acaba ejecutando efectivamente siempre es muy acusada entre territorios y, a lo largo de los años, siempre tiende a repartirse igual.

El caso de Euskadi está marcado además desde hace tiempo por la estrategia del Estado de consignar cantidades infladas para el Tren de Alta Velocidad que luego no se materializan. Así, en 2015 la inversión presupuestada para el País Vasco fue de 364 millones, de los que solo se gastaron 140,4. En 2016 se destinaron inicialmente 449 millones y se ejecutaron 147,6. Al año siguiente, se consignaron 386 millones y se invirtieron finalmente 211,4. En 2018 el presupuesto del Estado para la comunidad se elevó hasta los 509 millones pero solo se concretaron 182,5. En 2019 se iban a destinar 469 millones, que se quedaron en 237 realmente invertidos. Y en 2020, con unos Presupuestos Generales del Estado prorrogados, únicamente se ejecutaron 38,5 millones, aunque ese ejercicio fue totalmente atípico al estar marcado por la pandemia y la paralización de multitud de inversiones programadas.

El informe de Hacienda también revela un dato para la polémica interterritorial. Y es que desde 2015, la ejecución de las inversiones estatales por habitante en Cataluña siempre ha quedado muy por debajo de la de Madrid.