Siemens Gamesa cesa al consejero delegado por las abultadas pérdidas de la compañía
Andreas Nauen ha durado solo 19 meses en el cargo
Como sucede en el fútbol con los entrenadores cuando el balón se niega a entrar en la portería contraria, las empresas cesan también a sus ... primeros ejecutivos cuando las cuentas de resultados se ponen en rojo, el color de las pérdidas, la tendencia persiste y no existen señales de recuperación. Apenas unas horas antes de que Siemens Gamesa presentera los resultados del primer trimestre de su ejercicio fiscal -el periodo de octubre a diciembre-, el consejo de administración decidió ayer cesar al máximo responsable de su gestión, Andreas Nauen. Tan sólo ha permanecido 19 meses en el cargo, periodo en el que no ha sido posible enderezar el rumbo de la compañía y en el que además han surgido nuevos problemas que van a tener consecuencias muy negativas en el futuro. El consejo ha nombrado a Jochen Eickholt, un directivo que ha hecho la mayor parte de su carrera en la multinacional Siemens, como nuevo primer ejecutivo de la empresa eólica.
«Siemens Gamesa está experimentando importantes retos en 'onshore' en un entorno muy difícil. Por eso, hemos nombrado a un directivo con una sólida trayectoria en la gestión de situaciones complejas y en la reconversión con éxito de negocios con rendimiento por debajo de lo esperado«, ha explicado Miguel Ángel López, presidente de Siemens Gamesa. Eickholt, que asumirá la nueva responsabilidad el próximo 1 de marzo, era hasta ahora responsable de la división de generación de energía y aplicaciones industriales de Siemens Energy, la sociedad holding de la que depende Gamesa.
El cese del anterior consejero delegado, Markus Tacke, en junio de 2020, perseguía reordenar el negocio de Siemens Gamesa ante un escenario de pérdidas persistentes. Nada de eso se ha conseguido, en buena parte como consecuencia de algunos problemas que vienen del pasado y otros nuevos que han surgido en los últimos meses. Entre los primeros hay que destacar pérdidas millonarias en contratos de construcción de parques eólicos en el norte de Europa, que fueron contratados a precios muy justos, con escaso margen y que se han revelado como un pozo sin fondo. Las dificultades para acometer la construcción en los rigores del invierno noruego, por ejemplo, han generado importantes retrasos y con ello penalizaciones económicas recogidas en los contratos. Ahora Siemens Gamesa se enfrenta a otro problema de nuevo cuño y desconocida magnitud. Sus ventas de aerogeneradores se realizan, aproximadamente, con tres años de antelación sobre el plazo de entrega. En los últimos meses sus costes de producción se han disparado como consecuencia de las dificultades de aprovisionamiento y el incremento de precios de las materias primas, sin que la empresa tenga la posibilidad de repercutir esos aumentos a los precios de venta. Estos son fijos y los contratos no recogían la posibilidad de modificar los precios en función de esa variación de costes de los aprovisionamientos.
Siemens Gamesa ha perdido 1.500 millones de euros en los dos últimos años y Andreas Nauen ya lanzó otra voz de alarma hace apenas dos semanas. Aunque se mostró convencido de que sería capaz de enderezar la situación en la segunda mitad de 2022 y dio a entender que la empresa podía desprenderse de algunas joyas de la corona para hacer caja y recoger plusvalías, lo cierto es que el consejo de administración ha preferido cambiar de entrenador y, apuntan ya algunas fuentes, optar por una cirugía más radical. Nauen, en su última comparecencia, ya anticipó que el resultado neto de explotación del periodo de octubre a diciembre era negativo en 300 millones de euros. Para llegar al resultado final, a las pérdidas reales del trimestre -las que se darán a conocer mañana-, aún hay que sumarle los gastos financieros y también el resultado extraordinario. Una señal de que el arranque del año ya anticipa que en este ejercicio se puede batir el récord histórico de pérdidas de Siemens Gamesa, desde su creación en 2017.
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