El verano de la pelota profesional toma forma

El verano de la pelota a mano profesional comienza a tomar forma. Aunque el escenario no es el deseado y la última decisión del LABI de no permitir la presencia de público en los frontones durante las próximas tres semanas ha supuesto un nuevo revés para las operadoras -no habrá aficionados en la final del Manomanista el día 13 en el frontón Bizkaia-, ya han empezado a perfilar lo que pueden ser los próximos meses desde el punto de vista competitivo.

Su intención es recuperar el Cuatro y Medio navarro después de que el año pasado no se jugara por la gran incertidumbre que generó la pandemia y la desescalada. La competición tendrá el formato que acostumbra en el que los pelotaris elegidos por cada operadora se enfrentarán entre ellos y a la final llegará un representante de cada una. La fecha de inicio todavía se desconoce pero podría ser a finales de este mes. Tras la conclusión del mano a mano está previsto que los pelotaris tengan una semana de vacaciones, por lo que sería a partir de entonces cuando se daría el arranque a una cita que, como es costumbre, se cerraría el 7 de julio en el Labrit de Pamplona. Sin embargo, aunque en Navarra es posible que los frontones cuenten con público -el aforo permitido actualmente en las gradas del recinto pamplonés es de 285 espectadores- no habrá aficionados por tratarse de uno de los días fuertes de unas fiestas patronales que ya han sido suspendidas.

Con el aforo actual, que incluye a los pelotaris y acompañantes, periodistas y trabajadores de ETB, que retransmite los partidos, además de los posibles compromisos con patrocinadores, las empresas no se han planteado sacar a la venta entradas porque las plazas que quedan libres suponen un número muy limitado. Sin embargo, tras las conversaciones que han mantenido con la Federación Navarra de Pelota, que gestiona el recinto, puede que haya posibilidades de aumentar el aforo siempre que la situación de la pandemia lo permita. Será el estamento el que solicitará a Sanidad la posibilidad de que se pueda rondar los 500 espectadores tras la presentación de un protocolo de actuación para que sea aprobado. En caso de que reciba el visto bueno, el público podría regresar al Labrit para los días 8, 9, 10 y 11, que son fechas fuera de las fiestas en las que les gustaría programar partidos, y donde se habría previsto un torneo al que todavía hace falta darle forma.

El Master CaixaBank también tendrá cabida por segundo año consecutivo en la época estival tal, como anunció el director territorial de la zona norte de la entidad bancaria, Juan Pedro Badiola, en la presentación del Manomanista el mes pasado. La pasada edición fue de parejas mixtas y con esta competición se cubrió la mayor parte del verano, pero en esta ocasión, a priori, tendrá una duración más corta que entonces. Si las previsiones de las operadoras se cumplen podría prolongarse durante cerca de un mes y medio. Todavía está por definir el formato que tendrá. Mientras, las empresas estarán pendientes de la decisión que tomará el LABI dentro de tres semanas para ver si tienen posibilidad de volver a contar con público en los frontones de Euskadi, su principal ámbito de actuación en verano.