Altuna III despliega su autoridad

Solo faltó el público para que la final del Torneo del Cuatro y Medio navarro fuera perfecta. Porque el espectáculo se encargaron de ponerlo los pelotaris en un partido que tardará en olvidarse. Altuna III sumó su segunda txapela consecutiva en esta competición tras imponerse a Laso en una final de muchos quilates que tuvo hasta su punto de polémica. El delantero de Amezketa se hizo grande ante las adversidades y desplegó su autoridad frente a un rival ambicioso al que consiguió apaciguar en los últimos instantes. El encuentro tuvo un ritmo infernal que terminó por pasar más factura al de Biskarreta-Gerendiain.

El campeón manomanista necesitó exprimirse a fondo ante la propuesta de su adversario pero, una vez más, supo gestionar las situaciones límite y sacó punta a su calidad en los momentos determinantes para subirse al primer escalón del podio. Laso presentó mucha batalla, tanto en ataque como en defensa, pero no pudo poner la guinda a su brillante regreso al profesionalismo.

El guion se cumplió. Y eso que resulta bastante complicado en las distancias cortas. Ambos pelotaris contaron con inercias positivas que supieron aprovechar y todo estuvo ajustado hasta el final. Se hicieron una treintena de tantos, muchos de bella factura, y muy pocas concesiones en un enfrentamiento de muchas revoluciones. Desde los primeros compases, ambos protagonistas salieron con el cuchillo entre los dientes conscientes de que no podían dar un paso atrás si querían llegar a 22. Y como consecuencia, el choque se endureció hasta convertirse en el que mayor número de pelotazos se han cruzado en este campeonato.

El que vistió de azul marcó la dinámica en los instantes iniciales, y con su velocidad mandó en el marcador (2-4). Sin embargo, Altuna III resistió, y a base de constancia y de mover a su oponente logró igualar las fuerzas y el partido. Los empates a cuatro, cinco, seis y ocho no hicieron más que reafirmar que la propuesta de los dos pelotaris era válida y que, de seguir a ese ritmo, el físico iba a tener su trascendencia.

Tras parar el primer arreón de Laso, Altuna III empezó a controlar mejor el partido y sus fuerzas. Una tacada de cinco tantos en la que aprovechó a la perfección su saque le permitió abrir una pequeña brecha y respirar (13-8). Pero una pasa con la jugada inicial propició que Laso resurgiera y volviera a establecer las tablas en el luminoso (17-17). En el siguiente tanto llegó la polémica. Los jueces se lo concedieron al navarro después de que la pelota de Altuna III le golpeara en el cuerpo porque se estaba moviendo para tratar de recuperar el centro de la cancha. Interpretaron que la bola no llegaba al frontis. El enfado del guipuzcoano fue notable, pero el segundo descanso obligatorio le sirvió para calmarse.

Y no se vino abajo a pesar de que su rival sumó el tanto 19 con una buena parada al 'txoko'. Centrado, sacó las uñas para recuperar la iniciativa y con una tacada de cuatro tantos ponerse a uno del final. A estas alturas del choque el cansancio era evidente y les costaba recuperarse de los esfuerzos, pero al de Biskarreta-Gerendain se le abrió el cielo al mandar su rival una pelota a la chapa. Tenía el saque y la posibilidad de alcanzarle, pero el de Amezketa sacó su varita mágica en el momento justo. Tras un intenso peloteo, tuvo que recular para devolver una pelota cruzada a pared y, desde el cuadro cuatro, se sacó una dejada al ancho perfecta. No hubo público, pero de haberlo el Labrit se hubiera venido abajo.

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