Jon Fernández explora otras vías en el ring

Media hora después de acabar con Juan Huertas charlaba tranquilamente en la entrada de Fadura con Guillermo Rivero. Había hecho su trabajo y Jon Fernández se mostraba feliz y relajado con su decimoquinta muesca en un historial sin mancha. Descansar, tatuarse una frase en el antebrazo derecho y disfrutar de su familia son los único apuntes en su agenda hasta que el martes regrese a Madrid. «Hemos tenido buenas sensaciones en una pelea en la que buscábamos enseñar otra faceta», comenta.

No se trata de «un nuevo Jonfer», se apresura a aclarar. Junto a Tinín Rodríguez y Celaya han diseñado un plan para evolucionar. «Quieren que esté más calmado, buscando un ataque seguro y trabajando la defensa. Lo hacemos cara a futuro porque por el camino me encontraré con rivales de todo tipo, más altos, más fuertes o con más ritmo que yo. Y también hay que aprender a enfriar las peleas».

Del combate contra el 'Olímpico' Huertas, que llegaba con un palmarés muy cercano al suyo, el de Etxebarri reconoce que se ajustó mucho a lo esperado. «He tirado más manos rectas porque sabíamos que cuando las toma se queda descolgado. De hecho comentamos con Nekane (su esposa y nutricionista) un desenlace prácticamente igual al que se dio». Por el camino le llegaron algunos recados, que él limita a «un gancho de derecha muy claro, pero que no me hizo daño». Lo que sí tuvo claro fue el momento del ataque final, cuando desde la esquina atisbaron que el panameño estaba tocado en el tercer asalto. «Se nota bastante cuando haces daño. Sí, era el momento».

Había cierto riesgo de que la inactividad le pasara factura, ya que el anterior combate de Jonfer fue en septiembre, cuando se proclamó campeón Silver de la WBC. «Cierto, pero a mí favor jugaba que hice una preparación completa y tuve buen trabajo de sparring para la pelea que no se celebró. La cabeza es la que siente la falta de actividad». Y espera que sólo pasen tres o cuatro meses para volver a Estados Unidos. «Hablar de títulos es demasiado en un boxeo tan impredecible. Ojalá lleguen».