El campeón del Masters que regresa a Augusta después de pasar por la cárcel por violencia de género

«Ahora mismo estoy bien. Pero me arrepiento de todo lo que hice mal en el pasado. También me frustra haber dejado pasar años muy importantes de mi vida. Cometí errores. Es una de las peores cosas que le puede pasar a un ser humano, no tener libertad. La falta de libertad es algo realmente difícil, realmente duro. Y, por otro lado, puedo decir que lo más importante que siento ahora mismo es la segunda oportunidad, la oportunidad de volver al buen camino», declara Cabrera en una entrevista concedida a 'Daily Mail', declaraciones que ha ampliado este martes tras completar su ronda de prácticas en el Augusta National.

«Hubo una etapa en mi vida de cinco años, cuatro, cinco años, que no eran las cosas correctas que debería haber hecho. Antes de eso estaba bien, así que sólo tengo que seguir haciendo lo que sé que puedo hacer bien», ha dicho el argentino. «Me arrepiento de cosas que pasaron y aprendes de ellas, pero al mismo tiempo esas cosas están en el pasado y tenemos que mirar hacia adelante lo que viene», ha ampliado el veterano jugador, que quiere mirar al futuro aprendiendo de un pasado turbio.

Cabrera pasó más de dos años en prisión por violencia de género. Fue denunciado por su exmujer, Silvia Rivadero, y varias posteriores parejas. «Estoy arrepentido y avergonzado. Cometí graves errores. Me negué a escuchar a nadie e hice lo que quise, como quise y cuando quise. Eso estuvo mal. Le pido perdón a Micaela. Le pido perdón a Celia. Tuvieron la mala suerte de cruzarse conmigo en mi peor momento. No era el diablo, pero hice cosas malas», reflexiona el argentino en la entrevista con el medio británico.

Su última aparición en el Masters fue en 2019. En el año de la pandemia llegaron esas denuncias y entre junio de 2021 y agosto de 2023 permaneció entre rejas. «Dormía sobre unos trozos de tela en una cama que era básicamente de cemento. Estaba encerrado con otra persona», confesó. Pasó de la prisión brasileña Plácido de Sá Carvalho de Río de Janeiro al penal de Bouwer, en su Córdoba natal, para terminar su condena en la Colonia Abierta Monte Cristo, una cárcel modelo ubicada a 20 kilómetros de la capital de Córdoba.

Su idea era jugar el Masters del pasado año, pero unos problemas con el visado impidieron su objetivo. Ahora, cinco años después, regresa a su jardín, allí en el que se coronó en 2009 y fue segundo en 2013. Lo hace con la moral por las nubes tras conquistar el pasado domingo el James Hardie Pro Football Hall of Fame Invitational, su primera victoria en el circuito para mayores de 50 años de Estados Unidos. El malagueño Miguel Ángel Jiménez, por cierto, fue sexto.

«Lo que viene ahora con el Masters es otro nivel, pero todo sirve y ayuda, especialmente llegar pegando bien a la pelota. Mi objetivo es jugar todo el circuito del Champions. Estoy muy contento. Es muy gratificante. Pensaba que algo de esto podría venir antes o después, pero no esperaba que fuera tan pronto», declaró el argentino tras su triunfo en Florida.