La séptima libertadores es mi obsesión
Todos los bosteros y bosteras del mundo te pedimos una vuelta más. ¡Y dale, dale Bo! ¡Queremos la Copa!
Quedan pocas horas para que River y Boca definan el campeón de la Copa Libertadores. El partido de ida terminó 2 a 2 en La Bombonera. El equipo de Guillermo Barros Schelotto se quedó con una sensación agridulce por no haber podido marcar una diferencia jugando de local, pero la posibilidad de dar la vuelta en la cancha de River es concreta. Mientras tanto, la espera se hace eterna.
Un Superclásico en la final de la Copa Libertadores es un acontecimiento único y tal vez irrepetible. El clásico más pasional del mundo llegó a su punto máximo de trascendencia, no habrá un River-Boca más perfecto que este, solo podrá ser igualado. Boca tiene una oportunidad inmejorable de quedar indiscutidamente como el club más grande de Argentina. En los últimos 4 años perdió tres eliminaciones directas con River (semifinal de la Copa Sudamericana 2014, octavos de la Copa Libertadores 2015 y final de la Supercopa Argentina 2018). Si gana, todas esas decepciones se van a olvidar.
Lamentablemente, los 'xeneizes' no se enfrentaron a su clásico rival en una final con tipos como Juan Román Riquelme, Martin Palermo o Carlos Bianchi, ídolos del club y por cierto, expertos en Copas y Superclásicos. Además, el equipo de la Ribera jugará contra el mejor River Plate en el plano internacional de toda su historia, el 'River de Gallardo', que le ha dado en estos cuatro años personalidad, sabiduría y confianza para cruces eliminatorios, históricamente la deuda de los de Núñez y paradójicamente no ha ganado torneos locales, en los que siempre se hicieron fuertes.
La ansiedad aumenta aún más después del enfrentamiento en La Bombonera. La tan soñada «séptima», esquiva desde el 2007, está a un paso. El partido se sueña en la noche y se imagina en el día. Simplemente sería inolvidable levantar la Libertadores contra tu máximo rival y en su estadio.
Boca Juniors se fundó el 3 de abril de 1905 en el barrio de La Boca. 113 años después jugará su partido más importante. Siempre estuvo listo para citas como estas y los jugadores tendrán que hacer valer la mística. Todos los bosteros y bosteras del mundo te pedimos una vuelta más. ¡Y dale, dale Bo! ¡Queremos la Copa!