Los milímetros que alteran el fútbol

Con la llegada del VAR en 2018 y la implantación del fuera de juego semiautomático a petición de los clubes parecía que todas esas polémicas propiciadas por el factor humano acabarían de raíz. El margen de error se reduce a la mínima expresión. Pero tampoco ha sido así. Prueba de ello es el tanto anulado a Robert Lewandowski en Anoeta en la última jornada de Liga antes del parón de selecciones. Este sistema implantado por la FIFA para ayudar a los colegidos determinó que la punta de la bota del delantero polaco estaba unos milímetros por delante del pie del defensa de la Real Sociedad, aunque la imagen mostrada posteriormente genera dudas.

El SAOT -siglas en ingles de Semi Automated Offside Tech- es un sistema que cuenta con múltiples cámaras que detectan 29 puntos del cuerpo del jugador y un software analiza los datos en tiempo real, calculando el momento del pase y la posición de los jugadores. A continuación, envía la información a la sala VAR, que es la que comunica de la existencia del 'offside' al colegiado de campo. Por tanto, «es lo más objetivo que hay nos guste o no guste el resultado. La máquina decide y el árbitro sanciona teniendo en cuenta las variables que se pueda encontrar, de ahí que se denomine semiautomático. No hay error. No es como a la hora de señalar una mano en el área o un penalti, que esas sí son decisiones que quedan a la interpretación del colegiado», resalta el exárbitro cántabro José Antonio Teixeira Vitienes.

Dejando al margen las manidas manos negras e intereses ocultos a los que se aferran en estos casos los aficionados más viscerales en caso de salir perjudicados, lo cierto es que los fueras de juego milimétricos merecen una reflexión. La cuestión es: ¿Casan realmente con la naturaleza de la norma que no es otra que evitar que un delantero saque ventaja de su posición adelantada?

Si se toma la regla al pie de la letra es posición antirreglamentaria. Sin embargo, hay quienes como el exárbitro internacional y presidente de la Asociación de Jueces y Árbitros Deportivos, Ildefonso Urizar Azpitarte, considera que de esta manera «se está perdiendo el espíritu de la regla porque en muchas de las situaciones, como fue el caso de Lewandowski en Anoeta, el delantero no saca provecho de su posición». El exlinier Rafa Guerrero comparte esa idea y va incluso más allá. «Desde que han llegado las máquinas no hay más que problemas», sentencia rotundo el asistente más mediático de la historia del fútbol español.

«Hemos perdido parte de la pureza del fútbol y a mí este deporte ya no me levanta del asiento como lo hace el baloncesto por ejemplo. No puedes celebrar un gol de tu equipo cuando toca. Lo marca un sábado y lo festejas el martes porque estás con la duda de qué va a pasar», lanza Guerrero con sorna en referencia a la demora en la toma de decisiones a causa de las revisiones.

Es por eso, entre otras razones, que se muestra partidario de «volver a los orígenes». «Me gusta la tecnología pero bien aplicada y que no impida ver la realidad del fútbol. Ahora mismo me parece que no es así. ¿Qué papel desempeñan realmente los jueces de línea en estos momentos?», se cuestiona. Y respecto a las constantes polémicas por las decisiones arbitrales recalca que «los mismos que defendían la implantación del VAR porque no aceptan el error humano son los que ahora critican las decisiones de la máquina. No hay por dónde cogerlo. ¿Alguien cuestiona que un jugador falle un penalti? Debemos reeducar y concienciar a dirigentes, técnicos, deportistas, aficionados porque esto se nos va de las manos. No puede ser que las palabras robo y atraco estén a la orden del día», lamenta.

Desde que en marzo de 2016, la International Football Association Board, órgano encargado de definir las reglas del fútbol a nivel mundial, aprobó el VAR para evitar errores arbitrales manifiestos, el sistema ha estado en boca de todos porque «se dejan cuestiones a la interpretación y no hay un criterio claro en muchos casos» apunta el exdefensa del Athletic Andoni Goikoetxea que aboga por utilizar el VAR «sólo para casos flagrantes». «La tecnología ha llegado para quedarse y lo cierto es que puede hacer mucho bien pero también mucho mal. Los propios interesados, que son los clubes, tienen dudas al respecto porque una misma jugada se resuelve de manera distinta», apunta .

Todas estas polémicas han llevado a la FIFA a valorar la posibilidad de introducir en el futuro un innovador sistema de revisión, denominado Video Support de Fútbol (FSV), que permitiría a los entrenadores solicitar en dos ocasiones la comprobación de jugadas dudosas durante los partidos. Vendría a ser algo así como el Challenge que disponen los técnicos de baloncesto para solicitar el Instant Replay.

Además, la International Football Association Board lleva algún tiempo probando en torneos de categorías inferiores de Italia y Suecia una nueva norma del fuera de juego que podría ayudar a zanjar este tipo de controversias y al mismo tiempo favorecer la propuesta del fútbol de ataque. Se trata de la denominada 'Ley Wenger' en honor al extécnico del Arsenal Arsène Wenger que ejerce en la actualidad como director de desarrollo de la FIFA y fue quien la propuso.

En caso de aprobarla finalmente conllevaría toda una revolución. Solo se señalaría fuera de juego si el delantero está completamente por delante del último defensor. Es decir, si alguna parte de su cuerpo se superpone con la del zaguero estaría habilitado para paticipar en la jugada. A la espera de ver si se hace realidad, los milímetros seguirán siendo claves para decantar la balanza de un lado u otro.