El 1x1 del Amorebieta - Valladolid: Orozco, el mejor

El Valladolid apenas si le probó en todo el partido. El poco trabajo que tuvo lo resolvió sin aspavientos. No pudo hacer nada para evitar el gol, un remate a bocajarro en área pequeña.

Firme, contundente y atento, como suele ser habitual, tanto por bajo como por arriba. Secó a Weissman, que apenas apareció en todo el partido.

En el eje de la zaga, estuvo atento a las ayudas y a los cruces. Protagonista también en el segundo gol, devolviendo el cuero al área pequeña para la asistencia de Orozko.

Retornó al once tras varias jornadas, y no lo pudo hacer mejor. Centros medidos llenos siempre de peligro. El Valladolid no supo cómo pararle. Acabó fundido por el trabajo realizado.

Cumplió con creces en una línea defensiva que monstruo enorme firmeza y seguridad. Salió a tapar bien los espacios entre líneas.

Gran labor defensiva y de contención durante todo el choque. Abarcó mucho campo y tapó líneas de pase una y otra vez. Un seguro en la medular

El de Abadiño tiene cada vez más peso en el equipo. Además de un enorme trabajo en la medular, aparece como un tercer delantero. Metió un gol de pillo en el 2-1.

Su trabajo puede que no sea el más vistoso, pero es un pulmón para el equipo. Trabajador incansable en el centro del campo. De su lucha en el área rival salió el tercer tanto azul.

Buena actuación del carrilero, con una asistencia y anotando la puntilla en los minutos finales. Incisivo en ataque y preciso en sus envíos desde línea de fondo.

En su primera titularidad tras la lesión, estrenó su casillero anotador. Se entendió a la perfección con Orozko, Muy atento a las caídas y segundas jugadas para generar peligro.

Peleó, luchó, fue vital en el juego aéreo, aguantó la pelota y además marcó un gol -el segundo de la temporada- y dio una asistencia. Una tortura para la defensa vallisoletana.