Primer mazazo para Nico Williams

Los focos del Francisco de la Hera se dirigían hacia Nico, el menor de los Williams, el futbolista más conocido del Bilbao Athletic por aquello de su parentesco con Iñaki y porque ya ha debutado en Primera División con Marcelino García Toral. Incluso sus padres, presentes también en la anterior eliminatoria, han sido objeto de reportajes en Extremadura para contar la historia de una familia que partió de cero y que se tuvo que jugar la vida para llegar a España. Ahora, en cambio, ve cómo sus dos hijos son futbolistas de éxito.

El menor dejó algunas pinceladas de su talento durante el partido. Por ejemplo, en una acción en la que se marchó de tres contrarios en el pico del área del Burgos, y acabó con un pase atrás para Álvaro Núñez, que colgaba el balón para que Diarra cabeceara a los brazos de Barovero, en la primera parte de la prórroga. Pudo significar el 0-1, pero el destino no se aliaba con el filial. El ascenso se frustaría poco después con el gol del veterano Saúl Berjón. Significaba el primer mazazo para Nico Williams, con todo un futuro prometedor por delante para sacudirse este bofetón inicial de su incipiente carrera.

Arrancó motivado el pamplonés, con un centro en ataque y una recuperación de balón eléctrica. Pero enfrente estaba un Burgos con las ideas muy claras y que no sucumbió a la presión mental como le ocurrió el sábado al Badajoz ante el Amorebieta. Los castellanos empezaron punzantes, presionando al filial rojiblanco y tratando de sentenciar el partido con prontitud. Aguantaron el asedio de salida los cachorros, con Artola de falso '9', de nuevo, como ante el Celta B, pero muy vigilado por Zabaco y Aitor Córdoba.

Ahí debía aparecer Nico Williams, de extremo diestro, con Nico Serrano en el banquillo y Jon Cabo de titular en la banda izquierda. El menor de los hermanos cambiaba de banda, alternaba su posición con Cabo para buscar sorprender al pegajoso Burgos. Aunque con intermitencia en su juego, recortaba hacia dentro y remataba alto, lejos de los dominios de Balovero y provocó una cartulina amarilla a Navarro por interrumpir una cabalgada.

El juego de los rojiblancos no acababa de carburar, aunque en el inicio de la segunda parte les fue algo mejor, así que Etxeberria empleó el mismo cambio que en la anterior eliminatoria ante el Celta B. Dio entrada a Urain por San Bartolomé, esta vez sin lesión nasal de por medio, pasando Artola a la posición de mediapunta. Se notó la mejoría, con Nico cerca de empujar otra ocasión en un pase de Imanol García de Albéniz. El ataque funcionaba mejor, con Urain de referencia arriba.

El filial hace siempre los partidos largos, con más gasolina, más piernas que los contrarios. Pero el Burgos tiró de experiencia en la lotería del tiempo añadido. Las marcas fallaron para solventar el envite con Berjón solo empujando el 1-0 en boca de gol. Williams, mientras atendían al colegiado de una lesión muscular, arrojaba con furia una botella de agua al suelo. Respondía a la impotencia, a que el ascenso se iba por el sumidero tras una campaña espectacular del filial.

Al final, Nico remataba de lejos otro balón que atajaba sin dificultad el onmipresente Barovero. Le quedan muchas finales por disputar. El Burgos le servirá de enseñanza, a aplicar probablemente con el primer equipo y a las órdenes de Marcelino. Porque el pequeño de los Williams está llamado a participar de la pretemporada del Athletic como también será el caso de futbolistas como Serrano y Artola, además del portero Aguirrezabala. El futuro toca a sus puertas, aunque este domingo les castigó con lágrimas de impotencia.