El Racing apabulla a un Barakaldo con diez

Al Barakaldo le siguen creciendo los enanos. La escuadra fabril volvió a sonreír con las victorias frente al Real Unión y el Laredo en los primeros días con Jabi Luaces a las riendas del primer equipo. No obstante, entre el Arenas el domingo pasado (4-1), y esta vez el Racing de Santander con otra contundente goleada (0-4), se han encargado de borrarle la sonrisa a los de la Margen Izquierda. Los santanderinos pasaron por encima de los gualdinegros después de que sufrieran una expulsión en el minuto 38. Los de Aritz Solabarrieta mostraron mucha soltura y no dieron opción a un Barakaldo con diez, que ya solo piensa en remontar el vuelo el miércoles a las 17:00 ante el Amorebieta, de nuevo en Lasesarre.

Los hinchas fabriles quisieron hacerse notar a pesar de que el partido fuera a puerta cerrada y colocaron pancartas por todos los costados de Lasesarre en las que se podían leer los clásicos gritos de apoyo de la afición gualdinegra, tales como «Egurre Baraka», «Barakaldo nunca se rinde», «Aquí se forja el hierro» o «Gurea da garaipena», entre otras. Asimismo, ambientaron el inicio del choque con pirotecnia para empujar a los suyos. Los ánimos no sirvieron de mucho, pero el equipo pudo notar los ánimos de su hinchada en esta situación tan delicada.

Ciertamente, el Barakaldo arrancó con más brío en los primeros compases. La presión de los de Luaces hacía efecto y encerraron a los santanderinos en su campo, disfrutando de las primeras aproximaciones del partido. A los nueve minutos de juego, Urkiza tuvo la primera oportunidad en un córner con un cabezazo que atrapó sin excesivos problemas Lucas. Cuatro minutos después, los gualdinegros pidieron con insistencia un penalti por un derribo sobre Urkiza, pero el colegiado dejó seguir la jugada. En cambio, al Racing no le hizo falta insistir para estrenar el marcador. En su primera llegada, Riki convirtió un auténtico golazo de vaselina desde fuera del área para adelantar a los suyos en el minuto 18.

Los locales no bajaron los brazos a pesar de ir por detrás y completaron una primera media hora a muy buen nivel, dominando al que presumiblemente es el gran coco de la categoría. De hecho, en el minuto 28, gozaron de una ocasión clarísima para empatar el encuentro. Bengoetxea colgó un espléndido balón desde la izquierda y Estrada, a escasos metros de la portería, quiso cruzarla y el balón se marchó a córner después de que tocara en un zaguero racinguista. Una de esas oportunidades que no se pueden fallar en un partido así. El duelo se iba a poner aun más cuesta arriba por la expulsión a Julen López en el minuto 38. El defensa central entró muy fuerte abajo a Pablo Torre y el árbitro decidió castigarle muy rigurosamente, dejando al Barakaldo con diez, lo que acabó decantando la balanza hacia el lado visitante.

Como es evidente ante un conjunto con tanto potencial, el Barakaldo pagó las consecuencias de la expulsión. Justo antes del descanso, el Racing pudo ampliar la ventaja en una gran jugada combinativa que culminó Pablo Torre a centro de Soko desde la banda derecha. El extremo fue una pesadilla durante todo el partido y en esta jugada pudo ser determinante. Precisamente, fue Soko quien puso otro buen centro en cuanto dio inicio la segunda mitad para que Bustos controlase en el área pequeña y diera una magnífica asistencia de tacón a Cédric, que remató a puerta vacía. El Racing estaba con mucho esmero y los de Luaces no les podían frenar con diez. No había ningún atisbo de remontada. De hecho, Pablo Torre hizo el 0-4 definitivo a falta de media hora para la conclusión del partido picando el balón sobre Rabanillo tras una gran carrera de Bustos. Luaces aprovechó para guardar a los hombres que acumulan más minutos y el resto del encuentro fue mero trámite.