Las expulsiones siguen descalabrando al Barakaldo

No es nuevo que el Barakaldo termine sus partidos con diez jugadores. Este pasado sábado, Julen López fue expulsado en el minuto 38 por una rigurosa acción y condicionó el devenir del encuentro, que acabó con goleada por parte del Racing de Santander (0-4). Algo que se viene repitiendo varias veces este curso. Esta es la séptima cartulina roja que ve un futbolista del cuadro fabril en 15 encuentros, lo que le convierten en el equipo más sancionado de todo el grupo junto al Leioa. Seis futbolistas han vuelto al vestuario antes de tiempo esta campaña: Alain Ribeiro en dos ocasiones, Aparicio, Gándara, Jurgi, Markel Etxeberría y Julen López. Estos dos últimos han sido expulsados en los últimos dos envites.

Un total de cinco encuentros disputados por los fabriles han sido condicionados por expulsiones en contra. De hecho, en la mayoría de ellos, ha terminado por ser el factor que ha declinado la balanza hacia el lado contrario. El primero en ver una tarjeta roja fue 'Chulo' Aparicio frente a la Real Sociedad B en San Vicente. El panameño fue expulsado de forma directa al inicio del primer tiempo cuando el encuentro estaba muy parejo, con el 0-0 imperando el marcador. El duelo acabó con un 1-4 a favor del filial txuriurdin. El siguiente fue Alain Ribeiro ante el Portugalete cuando los fabriles ya perdían por 0-1, aunque fue en la primera parte.

Posteriormente, llegó el choque ante el Leioa, que se saldó con una primera expulsión para los azulgranas y tres tarjetas rojas para el Barakaldo. Yurrebaso empató el partido en los minutos finales de un duelo clave por la permanencia y el trabajo de los fabriles se fue al traste. Ahora, ha vuelto el germen de las cartulinas rojas para los gualdinegros, siendo expulsados Markel Etxeberria y Julen López en los últimos dos partidos. El lateral derecho fue despechado a veinte minutos del final, con el equipo perdiendo por 3-1 ya contra el Arenas. Julen López ha sido el último en ver esta cartulina, en el minuto 38 ante todo un Racing de Santander, entonces con un 0-1 en contra.

Jabi Luaces tenía claro que la expulsión cambió el rumbo del encuentro. «Jugar tanto tiempo con uno menos contra un Racing que viene embalado y que tiene mucha capacidad para desroblarte es muy complicado», señaló. El técnico de Busturia consideró que «la primera media hora hemos sido muy superiores a ellos», por lo que el 0-4 final le pareció «excesivo castigo para lo que estábamos viendo, hemos hecho un muy buen primer tiempo, pero nos han hecho pagar dos errores muy caros». Según el entrenador del Barakaldo «no es roja ni por asomo». «Julen llega bien al balón, pero es una persona de envergadura, tenía él el balón y no puede desaparecer», explicó.

Asimismo, criticó la vara de medir que tuvo el colegiado. «Una jugada mucho más brusca, llegando mucho más tarde el del Racing no ha sido ni amonestación, ha sido al lado nuestro y lo hemos visto muy claro», resaltó. Es por ello que «el equilibrio entre amonestaciones ha estado muy desajustado», estimó. De todos modos, Luaces no quiso escurrir el bulto y también quiso apretar las tuercas a los suyos. «No quiero distraerme ni desviar la atención, estamos donde estamos porque cometemos errores, nos pegamos tiros en el pie», reconoce. «La salvación está en nosotros, tenemos que mirarnos el ombligo, ser fuertes mentalmente y salir a competir como lo hemos hecho hoy», amplió.

Luaces sorprendió con cuatro cambios consecutivos a falta de 35 minutos para la conclusión del partido. Jugadores habituales en el once como Santana, Ribeiro, Urkiza y Obolskii abandonaron el terreno de juego, ya con el 0-3 imperando en el electrónico. La consigna era clara: guardar fuerzas para el duelo del miércoles frente al Amorebieta. «Hemos intentado minimizar el impacto físico y llegar con vida al miércoles una vez que no hay nada que hacer», comentó el míster. El de Busturia reveló que «con el 0-3 les he dicho a los chicos que se juntasen para minimizar riesgos y lesiones para no perder a nadie más, necesitamos a toda la gente fresca para la recta final».