Germán Beltrán: «Por ilusión, ambición y trabajo no va a ser»

Germán Beltrán asumió las riendas del banquillo de Lasesarre hace apenas dos semanas tras casi tres años como segundo entrenador del Barakaldo. El turolense cuenta con la confianza de Aitor Larrazabal -anterior entrenador y actual director deportivo- y de toda la directiva para salvar al cuadro fabril y mantener la categoría. Su sentimiento gualdinegro le lleva a hacer todo lo posible y «luchar por revertir la situación». «Por ilusión, ambición y trabajo no va a ser», asevera. El actual técnico tiene el 4-4-2 en rombo como sistema predilecto y quiere un equipo contragolpista. No cierra las puertas a un posible movimiento en enero y solicita el apoyo de toda la afición en estos tiempos convulsos. «Todos debemos remar en la misma dirección», apunta.

¿Cómo han sido las primeras semanas en este nuevo cargo y que ha cambiado para usted respecto a cuando era segundo entrenador?

Todo fue muy rápido, en cuestión de un día Larrazabal y la directiva me comunicaron esta opción por mi conocimiento del equipo y por la comunión que tengo con la grada. Yo lo afronto con una gran ilusión, tenía ambición de dar un paso adelante y estoy encantado en ese sentido. Cuando era segundo, intentaba ayudar al entrenador en todo lo posible sin cruzar ninguna línea, pero ahora aporto mi visión y criterio y puedo entrenarlo. Eso es lo que ha cambiado principalmente.

¿Cuál es la seña de identidad que quiere aportar a este Barakaldo?

Quiero un equipo organizado defensivamente cuando no tengamos el balón y que presione muy alto. Que sepamos qué hacer en cuanto robamos, tener el objetivo muy marcado. Vamos a ser un equipo muy rápido tras robo, queremos contragolpear. Lo importante será ser determinante en las áreas, tanto defensivamente como ofensivamente, porque eso dictará el resultado final. Luego dependerá del partido y del rival si tenemos mucho el balón o no.

Por el momento, se ha decantado por un 4-4-2 en rombo en los dos encuentros que ha dirigido. ¿Es un sistema inamovible o está abierto a distintas opciones?

Nos funcionó contra el Deportivo Alavés B y queremos que la cosa vaya por ahí. Es la idea principal. Así tenemos una estructura muy clara y organizada cuando tenemos el balón y podemos contratacar con peligro porque tenemos jugadores con los que el rival siempre está amenazado. Sin embargo, hay que incidir que el sistema puede ser cambiante mientras discurra un partido y se puede convertir en un 4-3-3, por ejemplo.

¿Qué está fallando para que el Barakaldo sea colista con solo cinco puntos?

Estamos fallando en las dos áreas, precisamente. Tenemos que estar mucho más concentrados en defensa. Es muy difícil sacar los partidos adelante cuando te marcan más de dos goles por partido. Nos marcan muchos goles tras centros, nos despistamos en las marcas. Además, nos cuesta mucho hacer goles, aunque ahora estemos algo mejor en este apartado. La parte ofensiva va más ligada al talento y a la inspiración de los jugadores.

¿Habrá movimientos en enero para reforzar y dar un aire fresco a la plantilla?

El club está cómo está y veamos a ver si se puede. Estamos esperando un movimiento, pero está tardando en darse. Yo me centro en lo que tengo y estoy contento con los jugadores, estoy a muerte con ellos. Nuestro reto tiene que ser mejorar día a día.

¿Hay confianza en revertir la situación y mantener la categoría?

Debemos sumar lo máximo posible partido a partido. No sé si nos dará para mantener la categoría, ojalá. Estamos trabajando para llevar a cabo una mejora constante y competir cada domingo. Por ilusión, ambición y trabajo no va a ser. Vamos a pelear cada partido y cada entrenamiento, eso está asegurado.

Para alguien que ha vivido muchos éxitos del Barakaldo en primera persona, esta situación le dolerá.

Ver al Barakaldo en esta situación es doloroso para cualquiera que siente estos colores y lo único que puedo hacer es luchar por revertir la situación. Eso mismo pido a todo el resto, que todos vayamos a una y que cada uno haga lo que está en su mano para apoyar al equipo. Todos debemos remar en la misma dirección.