El Barakaldo da el primer gran paso hacia su supervivencia

El Barakaldo comienza a ver la luz al final del túnel. La deuda de 1.232.000 euros que actualmente contrae supone la mancha más negra en la historia de este centenario club. Esta inmensa cuantía ha mantenido durante más de un año en vilo a los fabriles, inmerso en un concurso de acreedores y con un serio riesgo de desaparición. Después de mucho tiempo peleando por la supervivencia de uno de los conjuntos más representativos de Bizkaia, parecen llegar buenas nuevas a Lasesarre. El convenio propuesto por el club ha sido aprobado por la mayoría de acreedores, por lo que concluirá el proceso concursal en el que estaba la entidad. «El club estaba en la UVI, a punto de morir y declarado insolvente. Ahora mismo ha bajado a planta, está al día de los pagos y sale del concurso de acreedores», señala Jesús María Isusi a EL CORREO.

El Barakaldo estaba hecho polvo hace poco más de un año. La sanción de la Seguridad Social cayó como una losa en el club y destapó un agujero con difícil solución. Fue entonces cuando, en diciembre de 2019, el conjunto fabril se declaró en concurso de acreedores debido a la imposibilidad de hacer frente a dicha deuda. Desde ese momento, la actual Junta Gestora y el administrador concursal han trabajado mano a mano por mantener con vida al equipo. «Ha habido tres momentos donde el club ha estado a punto de desaparecer», reconoció el propio Isusi en una rueda de prensa ofrecida el pasado mes de diciembre. El club debía demostrar que era viable y capaz de afrontar todos sus pagos para salir adelante. Esto no parecía sencillo con una espada de Damocles en forma de 1.232.000 euros de deuda pendiendo sobre él. Una cantidad que supone un verdadero calvario para un conjunto de Segunda División B.

La Junta Gestora presentó un plan de viabilidad y planteó el pago de la deuda a sus acreedores en un plazo de diez años. La mayoría de esa deuda -entre el 80 y el 90 por ciento- pertenece a la Seguridad Social, por lo que la aceptación de esta institución servía para que los planes siguieran su rumbo. Esta dio el visto bueno ayer. Eso significa que el Barakaldo saldrá del concurso de acreedores en cuanto concluya el proceso de alegaciones, que dura diez días. El club ya es viable, lo que supone un gran alivio para toda la masa social baracaldesa. Este es el primer paso del Barakaldo hacia su salvación. Un paso de gigante de hecho. «Es la mejor noticia que nos podía llegar, indudablemente», afirma emocionado el presidente del club.

Asimismo, la salida del concurso de acreedores permite la reanudación de la conversión del club a sociedad anónima deportiva. Esta transformación se aprobó ya por los socios en abril de 2019, pero se paralizó de cierta manera con toda esta crisis económica que tumbó cualquier tipo de proyecto. En estas circunstancias, Jesús María Isusi ha incidido en varias ocasiones que la conversión a SAD «es la única vía de supervivencia». Los actuales dirigentes buscan que entre los socios del club y un grupo de inversores ajeno a la masa social se cubra un capital de alrededor de 2 millones de euros. Actualmente, hay varios grupos de inversores interesados en invertir en el Barakaldo, tal y como confirmó el presidente a este periódico hace casi dos meses.

Esto supondría una gran inyección económica para el Barakaldo, que gozaría de una base suficiente para hacer frente a la multa e incluso tener un presupuesto a la altura de pocos equipos en estas categorías. La conversión a SAD se llevará a cabo una vez hayan concurrido los diez días hasta que exista una resolución final. «Ahora vamos a saborear lo que acabamos de conseguir, hay que darle importancia. Es la primera gran noticia del club desde diciembre de 2019», comenta Isusi. Hasta el momento, la Junta Gestora ya había dado algunos pasos para aligerar este proceso como encargar la auditoría, pero siempre frenados por el concurso de acreedores. Ahora ya no existe ningún impedimento y la conversión será inminente.