«Hay que estar un poco loco para entrenar 16 años seguidos al mismo equipo»
Es uno de los personajes más conocidos en el fútbol regional vizcaíno. Se va con pena del equipo que le ha dado todo. «El carácter de un equipo es el de su entrenador»
La entrevista con Juan Carlos Marco 'Marquitos' se realiza en la tribuna de Mallona en una típica tarde bilbaína en la que cae un sirimiri ... intenso. El ya exentrenador del Santutxu durante dos décadas mira hacia el césped artificial donde entrenan en ese instante varios grupos de chavales y dice: «La temporada que viene veré los partidos desde aquí», escuchándose un suspiro final que no se adivina si es de alivio o de pena. Ha estado 16 temporadas seguidas, más cuatro anteriores, en un club al que quiere y al que le ha dado el máximo esfuerzo y dedicación.
- Me gustaría empezar con una frase que escribió en su carta de despedida. «Aita, gracias por hacerme amar el fútbol».
- Es que toda esta parte de mi vida es gracias a mi aita Jesús, al que todo el mundo, desde cuando él jugaba en el Indautxu en Segunda División, le llamaba Garibaldi, que era un revolucionario italiano. Aita fue entrenador en el Gernika, Durango, Larramendi… ¡He pasado tantas pretemporadas danzando con un balón cuando era pequeño por Errota en Alonsótegui o en el antiguo campo de Santa Lucía! Le veía con cuadernos y dibujando flechas de un lado a otro. Esa curiosidad me llevó a entrenar.
- ¿Cómo empezó en el Santutxu?
-En el fútbol base. Estaba jugando en el Deusto y me picó ese gusanillo de ver a mi padre entrenar. Hablé con Mitxelo - presidente del Santutxu-, que me había entrenado en alevines, y me dio el juvenil, con el que fuimos campeones. Recuerdo que entonces el campo era de arena (a continuación, detalla minucioso cómo estaba distribuido Mallona antes de la reforma, justo en el mismo instante en el que, enfrente de donde se encuentra, pasa por detrás de 'su' banquillo el presidente). ¡Mira, por allí va Mitxelo!
-¿Cómo es su relación con él?
- Nos hemos llevado muy bien, pero este año ha habido distancia y no me he sentido cómodo. Esta vez no he sentido confianza, ni 'feeling'. Así que era el momento del cambio. No me sentía lo respaldado que me tenía que sentir. Todo llega a su fin. Estoy muy contento con la decisión que he tomado. Pero saben que, si me necesitan, ahí estaré.
El descenso gracias al 'gran' Rubiales. Pasó la Tercera de tener 20 equipos a 16 y descendimos
- Es difícil encontrar a un entrenador que haya estado tantas temporadas en un club sin que se tenga un detalle con él. Nolo hubo. Hay personas que lo esperaban en el último encuentro en Mallona.
- No soy una persona de homenajes públicos, ni me gusta ser el centro de atención. Los jugadores sí me regalaron en la despedida un cuadro, que sé que lo pagaron ellos con su dinero, en el último partido fuera ante el Erandio. Me mantearon. Me sentí querido. Creo que hemos hecho una gran temporada. Me quedo con lo bueno. He recibido muchas llamadas que me han hecho ilusión, mensajes que me han hecho llorar. Eso es lo bonito del fútbol, que te recuerden, exjugadores que te transmiten cariño… A día de hoy el club no ha hecho nada, pero tengo que estar agradecido. He aprendido mucho aquí. He sido fiel y quiero que al Santutxu le pase siempre solo lo mejor, pero sí me hubiera gustado que mi salida por parte del club hubiera sido de otra manera.
- ¿Considera que es una salida por la puerta de atrás?
- No. Salgo abriendo las dos puertas de Mallona. Soy muy del Santutxu, siempre rojillo. Los años que he trabajado aquí nos han ido bien las cosas. Hay que estar un poco loco para estar tantos años en el mismo club.
- ¿Seguirá en este deporte que tanto le apasiona?
- Quiero seguir vinculado, en no sé qué aún. He recibido ofertas para seguir entrenando y para coordinar y enseñar a otros técnicos. Es todo reciente, a ver cómo me sitúo. Me despedí de entrenador del primer equipo y pensaba que el Santutxu me podía ofrecer algo. No ha sido así. Tengo que ver cómo me coloco en esto del fútbol fuera del Santutxu. Hay más vida por ahí.
- ¿Cuáles recuerda como los mejores momentos con el Santutxu?
- Es que son tantos en los últimos 16 años: 12 en Tercera y 4 en División de Honor. En esta última acabamos terceros y el año siguiente campeones. Recuerdo el ascenso contra el Derio al ganar por 3-0. Y, sobre todo, las veces que nos hemos salvado al límite en Tercera División. ¡Lo celebras tanto! Luego, está la cantidad de futbolistas con los que he trabajado. ¡Echa cuentas después de tantas temporadas! Es lo mejor que te queda.
- ¿Y los peores?
- Ninguno (responde rápido antes de un matiz). Bueno, el descenso gracias al 'gran' Rubiales. Nos jodió vivos. Pasó la Tercera de 20 equipos a 16 y descendimos quedando sextos por la cola. Fue, encima, una reforma que duró muy poco.
- Dicen de 'Marquitos' que es un entrenador con carácter.
- Es más pasión que carácter. Vivo mucho el fútbol. El carácter de un equipo es el de su entrenador. A mí me gusta vivir los partidos con esa pasión. Si me involucro, me gusta también que lo hagan los demás. Fuera se puede ser divertido, pero dentro hay que ser serio. Cada cosa a su tiempo.
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