Recuerdos en naranja

En tan poco tiempo, la formación vasca fue capaz de hacerse con un nombre y una imagen propias. Y dejó imágenes para el recuerdo, desde la victoria de Roberto Laiseka en el alto de Abantos, en lo que fue la primera victoria de etapa en la Vuelta, hasta la despedida del equipo en lo alto del podio de Madrid, tras ganar la general por escuadras en 2013. En total, 12 triunfos de etapa, dos podios en la general individual, una victoria que Igor Antón tuvo en su mano en 2010 y un triunfo inolvidable, el del corredor de Galdakao en la Gran Vía de Bilbao en el regreso de la carrera a tierras vascas.

Aunque el equipo Euskadi debutó en la Vuelta en 1994, gracias a hacer realidad aquel sueño de Miguel Madariaga a través de la Fundación, fue tres años después cuando se le añadió Euskaltel y cuando se decidió incluir el color naranja como seña de identidad en el maillot. Arrancaba así la andadura de un equipo que creció desde lo más bajo hasta llegar al World Tour, a codearse entre las mejores escuadras del pelotón y a hacer realidad el sueño de un equipo vasco en el Tour. Una escalera que después de su desaparición en 2013 y su refundación, ha tenido que subir el equipo que preside Mikel Landa, en un proceso en el que se encuentra todavía inmerso, porque no hay que olvidar que a diferencia de aquella escuadra, el actual Euskaltel Euskadi es un Continental Pro, segunda categoría del pelotón internacional, y que se ha ganado su derecho a estar en la Vuelta con una invitación de los organizadores, por lo que todavía queda camino por recorrer hasta llegar al primer Euskaltel, aquel que tocó la gloria por vez primera en 1999 gracias a la victoria de Roberto Laiseka en Abantos.

Fue el inicio de una relación exitosa con la carrera, aunque hubo que esperar a 2005 a sumar los siguientes triunfos parciales, gracias de nuevo a Laiseka y a Samuel Sánchez, el líder del equipo en la rona española. El asturiano ganaría otras cuatro etapas, una en 2006 y tres en 2007, cuando logró colocar el maillot naranja en el podio de la general al ser tercero en aquella edición.

Fueron los mejores años de la formación vasca, la época dorada. Su color destacaba en todas las etapas de montaña y Samuel Sánchez e Igor Antón tuvieron en sus piernas hacer historia en las ediciones de 2009 y 2010. El asturiano quedó segundo a 55 segundos de Alejandro Valverde, mientras al año siguiente el de Galdakao, tras dos victorias de etapa, era el líder de la general y tenía claras opciones de llegar con el maillot rojo a Madrid, hasta que una caída en un momento intrascendente de la etapa camino a Peña Cabarga le llevó al abandono. Mikel Nieve, con otra etapa, daría un premio de consolación a la formación naranja.

La última victoria en la Vuelta es un triunfo simbólico, el de Antón en la Gran Vía de Bilbao. Aquel regreso de la carrera al País Vasco fue por la puerta grande, con el maillot naranja triunfando en la capital vizcaína. Un recuerdo que ahora, diez años después, sirve de impulso al regreso del Euskaltel Euskadi a la carrera, el próximo 14 de agosto.