La vuelta al mundo del Euskadi-Murias
Tras un debut en la élite lleno de éxitos, el equipo vasco cruza otra frontera y entra en las grandes clásicas
Juan Sebastián Elcano y 17 consumidos marinos llegaron a puerto en 1522 después de tres años de viaje. Componían una tripulación derruida, enferma. Aventureros que ... preferían navegar a vivir. Eran supervivientes de una aventura que hoy, 500 años después de su inicio, aún asombra. Ellos fueron los primeros en dar la vuelta al mundo. Alcazaron la meta. 'Victoria'. Así se llamaba su barco, su nao. Nada había salido como estaba previsto. Partieron a por fortuna, sortearon tormentas y batallas, vieron cómo moría en Filipinas su capitán, Fernando de Magallanes, y cuando todo parecía ya en contra, decidieron tirar hacia delante y no volver a puerto por donde habían ido. Elcano los guió hacia lo desconocido. Adelante. Acertó. La Tierra, efectivamente, era redonda. El marino de Getaria fue el primero que lo comprobró. Eligió la aventura. Lanzarse al agua sin saber si iba a alcanzar la orilla. Así se redacta la historia.
La plantilla del equipo masculino
-
Directores. Jon Odriozola, Rubén Pérez y Xabier Muriel.
-
Corredores. Mikel Aristi, Aritz Bagüés, Fernando Barceló, Ander Barrenetxea, Cyril Barthe, Mikel Bizkarra, Garikoitz Bravo, Julen Irizar, Mikel Iturria, Óscar Rodríguez, Sergio Rodríguez, Héctor Sáez, Sergio Samitier, Enrique Sanz, Gotzon Udondo. Se incorporan Urko Berrade (Lizarte), Mario González (Sporting-Tavira), Beñat Intxausti (Sky), Juan Antonio López-Cózar (Fundación Euskadi) y Daniel Viejo (Caja Rural-RGA amateur).
Su apellido, Elkano, figura en el maillot del equipo ciclista Euskadi-Murias, que acaba de presentar su plantilla para 2019. El conjunto vasco lleva desde 2015 en las turbulentas aguas del ciclismo profesional a bordo de una embarcación modesta. Aun así, sigue descubriendo nuevos mundos. En 2018, en su debut en la élite, ganó con Óscar Rodríguez una etapa en la Vuelta a España. Este año debutará en la Flecha Valona invitado por la organización del Tour. Su bandera verde ya ondea en el gran océano ciclista. Se lo ha ganado a pulso. «Hemos conseguido lo que hace nada parecía imposible. Euskadi ha vuelto a la élite», resume el mánager del conjunto, Jon Odriozola.
La Fundación Mundubira 500 Elkano, que recuerda la gesta del marino, ocupa la espalda del maillot. El pecho es para Murias, la empresa que sostiene este proyecto desde 2015. El sello 'Euskadi' pierde peso. El Murias, como constata Odriozola, es más reconocido fuera de su casa. «Que la empresa propietaria del Tour nos llame para correr vueltas como la de Omán o clásicas como la Fecha Valona es el premio a todo lo que hemos hecho en 2018», apunta desde los cines Niessen, en Rentería, donde se presenta la escuadra. «La organización del Tour nos tiene en cuenta», agradece el técnico de Oñati. «Los buenos resutados obtenidos dan credibilidad a este proyecto», subraya.
«El listón está muy alto»
Con los medios justos, el Euskadi-Murias ha dado la talla incluso en el calendario del UCI World Tour frente a las mejores escuadras del mundo. Los triunfos de Prades, Bizkarra, Aberasturi, Sanz, Irizar y Barceló han puesto al conjunto vasco en la primera fila del escaparate. Su sueño fundacional es pisar algún día el Tour. Todavía queda mucho mar por surcar, muchos remolinos. Antes tendrá, como Elcano, que dar la vuelta al mundo brillando en otras carreras. Le hacen falta buenos tripulantes. El catalán Prades ha fichado por el Movistar. Su plaza la ocupa el vizcaíno Beñat Intxausti, un ciclista que hace tres años corría en el Sky y parecía capaz de todo. Una enfermedad (mononucleosis) le quitó todo ese prometedor futuro que ahora quiere recuperar con Murias y Elkano entre pecho y espalda. «Sé que hemos dejado el listón muy alto, pero confío en esta plantilla. No se trata de conseguir más o menos victorias, sino de dar la misma imagen que hemos dado esta pasada campaña», pide Odriozola.
La plantilla del equipo femenino
-
Directores. Loli Sansano y Eneko Garai Grazi .
-
Corredoras. Irati Iridin, Garazi Erostarbe, Maialen Aramendia, Naia Amondarain, Ekhiñe Rivas y Xubane Garai. Y las cadetes Amaia Astarloa, Naroa Olano, Jone Gisasol y Nagore Txintxurreta
«Después de pasar tantos obstáculos para llegar hasta aquí, ahora se trata de disfrutar de cada carrera. De disfrutar de lo que hemos logrado», propone. Sus corredores, acompañados por las chicas del equipo Murias Limousinen en el acto de Rentería, forman un conjunto «más sólido» que la anterior temporada, según el mánager guipuzcoano. «Tenemos un grupo de jóvenes, como Barceló, Barthe, Samitier e Irizar, que seguro que van a dar un paso más. Y a su lado están veteranos como Bizkarra, que ha demostrado su gran potencial en carreras del nivel de la Vuelta a España», enumera. Odriozola tiene ya tripulación para continuar su vuelta al mundo camino de algo que parece imposible, el Tour. Elcano tuvo fe.
«Con Intxausti pordemos hacer algo grande»
En febrero de 2016, Beñat Intxausti estaba a punto de cumplir 30 años y acababa de estrenar el maillot todopoderoso del Sky. Soñaba despierto. Y justo ahí comenzó una pesadilla que dura tres temporadas. Una enfermedad intermitente, la mononucleosis, le vació de fuerzas. Apenas ha competido. El Euskadi-Murias le llamó el pasado verano. Se necesitan. El equipo busca un líder para la Vuelta a España. Intxausti precisaba un equipo para buscarse a sí mismo. «Beñat es nuestra gran apuesta», le anima Odriozola. «Para él y para nosotros es un reto que vuelva a ser el que fue». Odriozola le tiene fe: «Con Beñat soñamos con hacer algo grande en la Vuelta».
Los dos saben que esa orilla queda muy lejos, que hay barreras de arrecifes a esquivar. «Beñat ya está muy recuperado. En Benidorm hizo un test a 5 vatios por kilo». Le falta, al menos, otro vatio y medio. Eso lo dan el trabajo y el retorno a la competición. «Más me preocupa el aspecto psicológico. Beñat viene de estar en el mejor equipo, de verse delante en las mejores carreras. Ahora, sobre todo al principio, le costará adaptarse. Irá atrás, se retirará. Sufrirá. Va a tener que ser muy fuerte. Y en ese camino estaremos con él. Ahora es cuando más apoyo necesita». Intxausti sonríe: «Este maillot es verde, verde esperanza».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión