Sin victorias españolas en las tres grandes
Nunca hasta ahora se había dado esa sequía y hay que remontarse a 1996 para encontrar una Vuelta sin triunfos locales
El dato escuece y obliga a reflexionar. Es la primera vez que el ciclismo español no suma ninguna victoria de etapa en las grandes ronda - ... Tour, Giro y Vuelta-. En 1996, Ángel Edo anotó en la prueba italiana el único triunfo de ese curso. Y a ese año hay que rebobinar para encontrar una Vuelta a España sin que ningún corredor local levante los brazos, como ha sucedido en esta edición. La tendencia llevaba tiempo avisando. En la primera década de este siglo, cuando la generación de Contador, 'Purito', Sastre, Samuel, Valverde y Freire asombraba al mundo, el número de victorias en las grandes vueltas rondaba la docena. Ahora, ninguna. El segundo puesto en la general de Enric Mas es un leve consuelo. La jubilación de aquella generación de oro ha destapado un solar. Sin rematadores.
La globalización influye. Otros países tradicionales en el ciclismo siguen a la espera de un mesías. Bélgica reza por otro Merckx; Francia, por el nuevo Hinault. Han llegado campeones australianos, británicos, nórdicos, sudamericanos, eslovenos... Dice Mikel Landa que mientras se disfrutaba de la mejor camada del ciclismo español se descuidó la base. Por eso, él salió al rescate de la Fundación Euskadi. Otros como Samuel Sánchez y Contador abonan sus propias canteras. Pero algo pasa. El ciclismo español era un vivero de medallas olímpicas. De Tokio ha vuelto de vacío. Los velódromos que en Gran Bretaña y Australia descubren nuevos talentos, aquí se agrietan y les crece la maleza.
Los equipos del World Tour están llenos de técnicos y preparadores españoles. Sin embargo, no llegan nuevos valores al pelotón profesional. En otros países afloran estrellas con veinte años, como Bernal, Pogacar y Evenepoel. «Si a esa edad ya consigues resultados como profesional, es porque no haces entrenamientos de sólo 80 kilómetros, sino de mucho más. Esas estrellas son talentos enormes y encima han tenido cargas de trabajo mucho mayores. Pero creo que es peligroso meter prisa a nuestros chavales», advierte Xabier Artetxe, preparador en el Ineos de Egan Bernal y Carlos Rodríguez, segundo en el pasado Tour del Porvenir. El joven granadino forma, junto con Juan Ayuso (vencedor en el Giro amateur), Romo, Lazkano, Azparren, Pelayo Sánchez, la nueva ola que viene. Aún hay que esperar.
«Hay que replantearse toda la estructura del ciclismo amateur que tenemos, empezando por los kilometrajes, por la dureza de las competiciones, por la manera de correr -argumenta Artetxe-. Antes teníamos un montón de vueltas por etapas que te permitían curtirte para dar el salto al profesionalismo. Muchas han desaparecido. Nuestra estructura no está preparada para sacar talentos de veinte años». Hay cierto desfase: los juveniles españoles compiten en pruebas de 80 kilómetros. El Mundial tiene 100 o más. Y se enfrentan a rivales mucho más hechos. Hay calidad, pero le cuesta más salir. Mientras llega ese esperado relevo, los resultados del ciclismo español languidecen como nunca.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión