«A Pogacar no le asusta ser el favorito del próximo Tour»

-En 2020, Pogacar corrió el Dauphiné antes de ir al Tour que luego ganó. Este año han decidido diputar una prueba previa más suave, el Tour de Eslovenia. ¿Por qué?

- La experiencia del año pasado fue buena. No buscábamos una carrera por su nombre sino por sus fechas, para ajustarla a los periodos de estancia en altitud. Vayas al Dauphiné o a Eslovenia, el protocolo es el mismo. Hemos seguido la misma pauta que en 2020. El año pasado corrimos el Dauphiné, que fueron cinco etapas, y luego hubo doce días hasta el inicio del Tour. Y ahora venimos de cinco días en Eslovenia a doce días del Tour. Calcado.

-En 2020, Tadej Pogacar fue la revelación del Tour. Ahora es la referencia.

- Por méritos propios. Porque ha sido capaz de ganar un Tour a su edad y, sobre todo, de demostrar su capacidad de recuperación en la tercera semana como si fuera un corredor experto. Y este año ha vencido en la Tirreno-Adriático demostrando su solidez. No ganó la Itzulia, pero demostró que es un 'gentleman' al ponerse al servicio de un compañero como Brandon McNulty. Solo podemos estar orgullosos de él.

- Los rivales dicen que Pogacar está un punto por encima. ¿Tienen en el equipo esa sensación?

-Para nosotros, Tadej es un líder que se preocupa por los compañeros. Es un líder que no sólo exige para él, sino para todos. Cuando gana, siempre se lo agradece a los otros ciclistas del equipo. Se pasa por la habitación de cada uno si no ha podido abrazarlos en la meta. Todos en el equipo sabemos que trabajamos para alguien así. Un líder agradecido.

-Eso une mucho a un equipo.

-Imagínate ahora mismo las ganas que tiene McNulty de devolverle el favor a Tadej en el Tour. Esto nos hace más fuertes. Los compañeros quieren trabajar para un líder así, están orgullosos de Tadej.

-El año pasado se vistió de líder el penúltimo día. Ahora partirá con el número uno. Con todos pendientes de él.

-No le puede la presión. No le asusta ser el favorito. Nunca se ha sentido mejor que nadie. Es consciente de que tiene que luchar, respetar a los rivales y hacerse respetar. Los adversarios saben que Tadej no es arrogante. Tiene presión, claro, pero hay que transformarla en confianza. Te miran porque has ganado el Tour. Eso es bueno; quiere decir que has hecho las cosas bien.

-En Eslovenia, el ídolo era Primoz Roglic, a quien batió Pogacar en el Tour. La afición del país se dividió. ¿Le ha venido bien a Tadej el baño de masas que acaba de darse en la Vuelta a Eslovenía?

-Sí. Es muy esloveno. Siente sus colores, su bandera. Procura que estén en el maillot, en la bicicleta. Cada día tenía un compromiso e iba con una sonrisa de oreja a oreja, sin poner un 'esque'. Verse tan querido le ha reforzado mentalmente.

-¿Es mejor corredor que el año pasado?

-Sí. En 360 grados.

-Física y mentalmente.

-Sí.

- Encabeza la lista de favoritos, seguido por Roglic, el Ineos (Carapaz, Thomas, Porte y Hart) y el Movistar (López y Mas). Los equipos con varias alternativas jugarán esa baza.

-Seguro. Yo lo haría. Pero, bueno, nosotros nos fijamos en lo nuestro. El equipo UAE tiene su propia personalidad. Hemos creído en los jóvenes. Y al joven que es un campeón lo tratamos así, como un campeón. Les hacemos ver que son los mejores del mundo.

-En 2020 planificaron el Tour como si fueran a ganarlo con Pogacar, cuando no era el favorito. Prepararon con mimo semanas antes la contrarreloj final. ¿Este año han hecho lo mismo?

-Sí. Todo está estudiado.

-Como el año pasado, cuando dos meses antes ya fueron a estudiar el escenario de la 'crono' final en la que Pogacar destronó a Roglic.

-Sí. El mérito fue del equipo. Un director con la experiencia de Allan Peiper estuvo allí con él. El mecánico ensayó el cambio de bicicleta en el punto exacto del inicio de la subida a La Planche des Belles Filles. Todo estaba muy bien preparado.

-Y en esa contrarreloj Pogacar corrió sin el potenciómetro. Pedaleó por sensaciones.

-Eso no tiene tanta importancia. Los corredores no van en una 'crono' pendientes de si hacen 300 o 400 vatios. Esos datos son más importantes luego, para analizarlos. En una 'crono', bastante tienen con darlo todo y visualizar la curva que viene. Y saber medirse. Tadej fue inteligente ese día. Cuando vio que iba a alcanzar a Miguel Ángel López, levantó un poco el pie y cogió aire para luego lanzarse, dejarle atrás y poder seguir en solitario y concentrado.

-¿Cómo vive usted este momento de éxito desde su puesto de mánager de la escuadra? Pogacar fue su apuesta. ¿Es su coronación como técnico?

-No. Nunca he pensado en mí. Sólo en el colectivo. Siempre he intentado sacar el 120% mental y físico de los corredores. Trato de visualizar lo que va a suceder. Tengo un compromiso con los ciclistas. Yo no gané el Tour, de eso se encargaron las piernas de Tadej. Todos, eso sí, hacemos que el equipo sea más fuerte. El año pasado fuimos al Tour con Fabio Aru como líder y no le salieron las cosas. Yo siempre digo que dentro de lo negativo hay que sacar lo positivo. Y como todo el mundo se fijaba en Aru, nadie cargó de responsabilidad a Tadej, que mira lo que hizo luego.

-Entre sus funciones como mánager del UAE parece que también está la de psicólogo.

- No es eso. Soy el que tiene la confianza para decirle a los corredores lo que haga falta, como si es una burrada. Me gusta estar a su lado cuando las cosas vienen mal dadas. Asumo la responsabilidad para quitarles peso a ellos.