Izagirre, segundo por culpa del chubasquero
Como a Pogacar, a Ion Izagirre le motiva la lluvia. Es hábil. Con la carretera así de mojada ganó en Morzine, en el Tour de 2016. Ayer era parecido. Otra meta cuesta abajo. Pero acabó segundo en la meta de Le Grand Bornand, igual que en 2018, cuando no pudo atrapar a Alaphlippe. Esta vez se le escapó Dylan Teuns, que había estado con él en la fuga. «Estoy triste. He cometido un error al bajar al coche para buscar un chubasquero porque tenía frío», reconoció. Eso le dejó cortado antes de coronar La Romme y le obligó a arriesgar en el descenso. Se salió en una curva, aunque sin caerse. En el ascenso a La Colombiere enlazó con la escapada, pero ya iban por delante Teuns y Woods. «He gastado muchas fuerzas y luego me han faltado para coger a Teuns», señaló el ciclista guipuzcoano.
Fue testigo de la remontada de Pogacar, que le rebasó en La Colombiere. «¡Vaya patitas tiene! No esperaba esa exhibición. Aluciné cuando me dijeron que lo teníamos a sólo veinte segundos. Me ha pasado como una exhalación», relató asombrado. «Parece imbatible, pero todos tenemos días buenos y malos», avisó.