Carlos Rodríguez, el único brote verde
Ciclismo ·
Noveno en la clasificación, en una actuación general mediocre de los ciclistas españoles, el granadino busca respuestas en la última semanaJon Rivas
Martes, 22 de julio 2025, 01:12
El noveno puesto provisional de Carlos Rodríguez en la clasificación general del Tour es lo más destacado del ciclismo español en la edición de 2025, ... el único brote verde. No parece gran cosa, de hecho es una de las participaciones más irrelevantes de los últimos diez años, y eso que ningún ciclista con ficha de la Federación Española se sube al podio desde que lo hizo Alejandro Valverde, tercero en 2015. Ese año Alberto Contador acabó quinto. Salvo en 2022, cuando Luis León Sánchez fue el mejor español –en la decimocuarta plaza–, siempre hubo corredores en el top 10 del Tour. Mikel Landa se metió cinco veces, Alejandro Valverde tres, Alberto Contador, Pello Bilbao, Enric Mas y el propio Carlos Rodríguez dos, y Purito Rodríguez una.
Pero 2025 parece un año en el que el Tour se les atraganta a los españoles. En la salida de Lille, Rodríguez (Almuñécar, Granada, 24 años) partió con la misión de ser jefe de filas del Ineos para estar cerca de Pogacar y Vingegaard, pero no ha podido aguantar del todo el ritmo de los mejores, así que en las dos últimas etapas ha hecho otras cosas, que, paradojas del ciclismo, le han permitido mejorar en la clasificación.
Sin empeñarse en subir, ha subido. Primero ayudó a Arensman a ganar en Superbagneres, lo que reconoció el vencedor. «Ganar una etapa en la carrera más importante del mundo es algo extraordinario. Casi no me lo puedo creer. Lo he logrado gracias a la ayuda de Carlos, un corredor muy fuerte que ha hecho un gran trabajo para mí. Es un lujo». Después se metió en la escapada del domingo, y aunque no pudo llevarse la etapa, restó minutos a su desventaja en la general. «Buscaba la victoria, conmigo o con otro compañero, pero me he tenido que vaciar en la segunda subida e iba un poco justo en el final», apuntaba. «Ganar puestos en la general no era lo principal. Pero Axel Laurance iba detrás y tenía que tirar porque cuantos menos hombres hubiera, más opciones teníamos por la etapa».
Una de las mayores promesas del ciclismo español, quinto y séptimo en las anteriores ediciones, fue fichado por el Ineos con solo 19 años, y a pesar de pertenecer a uno de los equipos más potentes del mundo, no dejó sus estudios de Ingeniería. Todavía tiene progreso en sus piernas y el Movistar pretende ficharlo para la próxima temporada. A pesar de su juventud, y como ya demostró en las dos anteriores ediciones del Tour, Rodríguez es un corredor de fondo, y en la última semana intentará dar su mejor versión y seguir escalando en la general. «Afronto estas últimas fechas con la idea de aprovechar las oportunidades de esta última semana. Esperemos que las fuerzas respondan, tener buenas piernas cuando haga falta y ojalá conseguir algún buen resultado». Su rendimiento irregular durante la primer semana y media del Tour tuvo que ver con no haber sabido medir sus fuerzas. «Creo que intenté ir tan al límite que el cuerpo dijo basta. Desde ese día he intentado reiniciar el cuerpo. Parece que he ido a más».
Sin una meta concreta
De hecho, cuando comenzó el Tour, aseguró que su equipo y él mismo intentarían ser agresivos, aunque no siguió su propio consejo de que «con corredores tan fuertes muchas veces no tiene sentido o uno no tiene las piernas para hacer nada». Pero conoce sus límites más que nadie, saber, después de tres años en el Tour, que la carrera no tiene piedad con nadie, y por eso nunca se puso una meta. «¿Un puesto concreto? No depende solo de mí, también de cómo estén los demás. Así que trataré de llegar a París sabiendo que lo he dado todo» porque «yo estoy satisfecho de cómo llego, pero puede haber 50 corredores que estén más fuertes y por eso no sé cuál sería un buen puesto».
De momento, le queda una semana para saberlo, para encontrar respuestas a sus incógnitas, y el Mont Ventoux, que no perdona a nadie será el primer juez.
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