Pogacar y Roglic se colocan líderes y se citan a distancia para el próximo Tour
El joven esloveno maneja a su antojo el final en repecho de la Tirreno-Adriático y su compatriota se sitúa al frente de la París-Niza
A Bellante, un pueblo de los Abruzos, se llega por una cuesta. No muy larga, pero con alguna rampa del 11% de desnivel. La cuarta ... etapa de la Tirreno-Adriático le daba tres vueltas a ese circuito final. En la primera se movieron Evenepoel y Ganna. Pogacar salió a por ellos. Y en la tercera, la definitiva, se atrevieron casi todos. Atacó 'Supermán' López y le cogió Pogacar. Pujaron Kelderman y Landa, y a por ellos se fue Pogacar. Insistió Evenepoel y, de nuevo, se le pegó Pogacar. Y lo mismo cuando aparecieron Enric Mas, Narváez y Porte. En cambio, cuando ya en el kilómetro final fue Pogacar el que sacudió su bicicleta con esas veinte pedaladas que nadie tiene, ninguno pudo soldarse a su rueda. Ganó la etapa y es el nuevo líder. Para buscarle un rival hay que viajar a la París-Niza, donde otro esloveno, Primoz Roglic, se colocó al frente de la general. Los dos compatriotas no dejan de anunciar su cita de verano en el Tour.
De los ciclistas especiales se dice que tienen luz. A Pogacar, doble ganador del Tour con 23 años, le alumbra un foco inmenso. Cegador para su competencia. Corre, además, para divertirse. Y para divertir. No economiza fuerzas porque le sobran. Tal es su dominio. El recorrido era quebrado, volcánico como los Abruzos. Cuando el último de la fuga, Simmons, se fundió, todos enseñaron los dientes para morder la pancarta de Bellante. En esa subida final, Ganna iba a perder el liderato. Demasiados ataques para él, para sus 85 kilos de peso. Tampoco Carapaz soportó el ritmo. Ni Alaphilippe. La etapa pasaba su factura.
Landa y Mas estuvieron con los mejores, lo que supone una buena señal para la montaña
Marc Soler se puso al servicio de Pogacar. Es su trabajo ahora en el UAE. Cuando el catalán ya no dio abasto, el esloveno empezó a derrochar energía. Todos le atacaron, incluido el recuperado Landa. Ninguno le dejó atrás. El francés Lafay soltó el último intento y sólo sirvió para que el que más se había gastado demostrara que era el que más músculo tenía aún: Pogacar. Celebró su triunfo con dos segundos sobre Vingegaard - otro que le espera en el Tour-, Lafay y Evenepoel. A 5 llegaron Ciccone, Mas, Kelderman y Landa. En la general, el insaciable esloveno manda con 9 segundos sobre Evenepoel y 21 por delante de Ganna. Enric Mas y Pello Bilbao están a 1.11. Y Landa, a 1.24. Queda la montaña... el terreno donde mejor lo pasa Pogacar.
Victoria de McNulty
Y montaña, cinco cuestas, tuvo la quinta etapa de la París-Niza. En el penúltimo puerto, el tremendo La Mure, Brandon McNulty aplastó a los otros escapados y se largó en busca de su tercera victoria de la campaña. El estadounidense corre en el mismo equipo que Pogacar, el UAE, y tiene la misma edad. Es otro talento que busca sus límites. Detrás, el Jumbo pagó la exhibición del miércoles en la contrarreloj. Van Aert cedió el liderato en la primera rampa.
Roglic se quedó así con Dennis como único gregario. El australiano reventó en la última cuesta, de tercera categoría, y tuvo que ser Roglic el que saliera a los ataques de Daniel Martínez, Simon Yates y Vlasov. El esloveno se bastó solo. Como Pogacar en la Tirreno, Roglic ya es el líder de la París-Niza, con 39 segundos sobre Yates. A menos de un minuto están Latour, Martínez y Vlasov. «Esto se complica», asume.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión