«Hay muchas ganas de empezar a competir»

El primer día que salió a la carretera tuvo «una sensación espectacular», porque estar fijo en un rodillo no es nada bueno para los ciclistas. «Cuando te sueltan, te sientes libre. El hecho de que te diera el aire en la cara era un lujo», señala Omar Fraile. El de Santurtzi acaba de regresar de una concentración con su equipo en Sierra Nevada «para terminar de ponernos en forma. Ha sido duro, pero salimos contentos y con ganas de competir porque llevamos muchísimos entrenamientos».

Su inicio de la campaña con el Astana estará fuera de España. Empieza en la Route d'Occitane, luego San Remo, Dauphiné y más tarde el Nacional y el Tour. «Tengo un calendario bastante bonito», reconoce. Su objetivo es arrancar «lo mejor que posible». «A tope en cada carrera porque en tres meses se acaba la temporada». Un esprint. «Cada día será una oportunidad, pero luego habrá que ver las circunstancias de carrera. Si nos toca trabajar... Pero habrá que intentar aprovechar al máximo cada ocasión porque ciclistas como yo no solemos tener muchas», resume. Fraile admite que en un ejercicio así «hay que empezar a tope y sufrir porque está todo muy condensado. No estamos acostumbrados a semejante ritmo de calendario, los equipos tienen presión porque se han perdido muchos días de competición lo que repercute en la publicidad y todos quieren recuperar lo perdido. Quieren resultados, que se les vea. Estamos muy motivados y con ganas, y lo podemos hacer muy bien», concluye.

Acaba de regresar de Tenerife de su primera concentración con el equipo en la que ha resuelto las dudas que tenía. «Al principio estuve un poco justo, pero he acabado muy bien y tengo confianza para la primera carrera. Las sensaciones ahora son buenas», destaca. Castroviejo decidió descansar un poco durante el confinamiento porque veía que iba para largo y empezar como si fuera una nueva campaña. «En abril hice rodillo y sobre el 4 de mayo volví a la carretera con tranquilidad para rodar y hacer volumen porque para entonces ya sabía las fechas del Tour y había tiempo de sobra», subraya. La ronda gala es el principal objetivo que tiene marcado el de Getxo. «Intentar ganarlo con mi equipo porque para nosotros es muy importante. Este año no hay objetivos personales», admite.

Comenzará a competir a principios agosto en la Route de Occitaine, a la que seguirá el Tour de l'Ain y la Dauphiné. «Hay ganas. Es muy importante que se empiece a correr y que se dispute el calendario», recalca. Todo está condensado. «Será una situación extraña. La gente irá a tope desde el inicio porque ha entrenado muchísimo y los equipos tienen ganas de conseguir resultados, pero hay que tener la cabeza fría. Son cerca de doce días de competición antes del Tour. Es tiempo de sobra para estar en perfectas condiciones».

El confinamiento trastocó todo el programa del UAE Team Emirates de Joxean Fernández Matxin. «Me gusta tenerlo todo controlado y planificado año a año, y cuando ves que, de repente, no hay nada te inquieta. Pero son situaciones extraordinarias», relata. Unos meses después ve a su escuadra bien. «Haciendo entrenamientos en altura, y motivado. Con la tranquilidad de que hemos sido uno de los equipos que ha pagado íntegramente todo y eso también da una cierta garantía y estabilidad que siempre es buena», subraya.

Algunos de sus corredores ya han comenzado a competir. Corrieron el Campeonato de Eslovenia, la Copa de las Naciones... «Hemos participado en tres carreras y hemos ganado dos. Nos está saliendo bien. Lo próximo será la Vuelta a Burgos (desde mañana), que servirá de termómetro porque se inicia el calendario importante por el elenco de rivales. Luego Getxo, Estrade Bianche, Lombarda, Milano Torino, Milán-San Remo... Hay calendario, aunque la mirada esta puesta en el Tour», recalca.

En una temporada tan condensada «hay ganas de demostrar y seguir la dinámica que teníamos. Veníamos ganando, haciéndolo bien, de una manera solvente, nos estábamos sintiendo cada vez más representativos y queremos darle continuidad».

Estuvo en Sierra Nevada para preparar la Vuelta a Cataluña, la Itzulia y el Tour de los Alpes. Tenía que volver a Euskadi el 14 de marzo, pero un par de días antes se suspendió la primera cita «y ya veíamos el panorama. Nos quedábamos sin carreras». Adelantó su regreso y llegó el confinamiento. «Al principio se me hizo más duro, pero a partir del quinto día me conciencié de que iba para largo y cogí una rutina de rodillo de mañana y tarde. Con las aplicaciones que hay he descubierto un mundo», reconoce.

La vuelta a la carretera fue «una sensación de libertad enorme». También se le hizo raro. «El primer día daba la sensación de que no sabías andar bien. Después de estar sujeto en un rodillo, la sensación de velocidad... Disfruté muchísimo». Del 1 al 17 de junio estuvo en Andorra, en altura, para llegar lo mejor posible al inicio de esta nueva temporada. Ahora toca plasmarlo en la carrera. «No sé lo que ha tenido el confinamiento pero veo que la gente está mejor que antes», destaca.

La competición se acerca y hace que crezcan las ganas de estar con el dorsal puesto y sufriendo. «Creo que vamos a disfrutar el doble por lo que hemos pasado. La gente va a ir a por todas desde el inicio y el nivel va a ser altísimo», añade. Carreras como la Vuelta a Burgos, con la que el de Mañaria arranca su calendario, al igual que otras, hace años que no habrán tenido un plantel de corredores como en esta ocasión. «Probablemente le seguirá Getxo y Mont Ventoux es un comienzo bonito con citas exigentes y de mucho nivel», apunta.

Reconoce que tuvo suerte en el confinamiento porque pudo entrenar bien. Lo pasó en Asturias. Allí tenía un terreno en el que se montó un circuito de ciclocross. «Aparte hice rodillo y trabajo de fuerza», señala. La vuelta a la carretera para Jonathan Lastra fue «rara y especial. Sales con mucha energía pero se notaban las horas. La primera y segunda semana tuvimos un poco más de cuidado». Faltaba la competición y ya está aquí. «Íbamos a arrancar en Portugal pero no pudo ser porque uno miembros de la organización dio positivo. Así que empezamos en Burgos. Luego llegará Getxo. Haremos el Tour du Limousin y el Campeonato de España», resume.

El calendario está condensado. «Todo el mundo va a dar el máximo, por lo que habrá más nivel en cada carrera. Desde el primer día no se puede reservar nada porque la intensidad va a ser grande», corrobora. No solo eso. «Puede haber mucha tensión porque todo el mundo saldrá a tope y si cada año es complicado coger una fuga imagínate ahora. Todos los equipos van a querer tener presencia en las escapadas y va a estar complicado». La Vuelta a Burgos y, sobre todo, el Circuito de Getxo le gustan, pero el objetivo del equipo es La Vuelta, «y ahí es donde tengo que llegar a tope. Aunque no tengo intención de desperdiciar las opciones que tenga en carreras anteriores».