Durísima caída de Evenepoel: fractura de pelvis y adiós a la temporada

El Muro de Sormano, cima clave del Giro de Lombardía, es tan duro cuesta arriba como peligroso cuesta abajo. Los ciclistas llegan al límite tras un esfuerzo corto pero brutal. Y se lanzan hacia abajo tragando aire y agua. Una curva a la izquierda supone el inicio de un estrecho puente que tiene en su entrada un recodo que invade la carretera. Contra ese obstáculo se dio Remco Evenepoel, que iba en la fila del grupo destacado. La bicicleta quedó clavada y el ciclista belga salió volteado al vacío, al barranco. Hubo un grito apagado. Silencio. Miedo. El corredor cayó varios metros hasta golpearse con el suelo. Sufre fractura de pelvis y tiene una fuerte contusión pulmonar. Ya no correrá más esta temporada. Su debut en el Giro tendrá que esperar.

En todo momento estuvo consciente. Encogido sobre la tierra. Le colocaron un collarín y fue rescatado en camilla. La ambulancia lo llevó al hospital para someterle a las pruebas radiológicas que detectaron la fractura. Evenepoel, de sólo 20 años, es la gran sensación del ciclismo mundial. Gana casi todo lo que corre y en todos los terrenos. Era el favorito en el Giro de Lombardía, pero sus opciones se quedaron en ese puente donde también se había caído ediciones atrás Bakelandts. Es un punto negro.

Enseguida llegó el recuerdo de la caída del vizcaíno Pedro Horrillo en el Culmine di San Pietro durante el Giro de Italia de 2009. Apareció 60 metros más abajo con el cuerpo machacado. Tenía 34 años y no volvió a correr.

Tras pasar por el Muro de Sormano y ya sin Evenepoel, la clásica que siempre cierra la temporada y que por la pandemia se ha disputado en agosto, parecía un duelo entre el Astana (Fulgsang y Vlasov) y el Trek (Nibali, Ciccone y Mollema) con la alternativa de Bennett (Jumbo). El Trek se vino abajo en la subida a Civiglio. Y luego, Fuglsang se deshizo cuando quiso de Bennett en San Fermo della Bataglia. El danés, de 35 años y ganador el año pasado de la Lieja-Bastogne-Lieja, tuvo tiempo para degustar su gran triunfo.

Cuando Fuglsang iba hacia el podio, el alemán Schachmann fue arrollado mientras rodaba hacia la meta por el vehículo de una vecina del lago de Como que irrumpió en la carrera. Pudo terminar este Giro de Lombardía pero tiene una clavícula rota.

No es la primera vez. Hace un año, en la versión sub'23 de esta clásica italiana, otro automóvil ajeno a la carrera provocó el accidente que dejó inválido al corredor holandés de 19 años Edo Maas, que pertenecía al filial del Sunweb. Schachmann, séptimo al final en la clásica lombarda, se pierde así el próximo Tour.