Suspendida ocho años por abusos verbales y psicológicos a sus gimnastas
Una de las más prestigiosas entrenadoras en Estados Unidos, Maggie Haney, ha sido sancionada después de que varias de sus pupilas, entre ellas la campeona olímpica Laurie Hernández, le denunciaran
La gimnasia en Estados Unidos no gana para disgustos. Recuperándose todavía del escándalo por los abusos sexuales del exmédico del equipo nacional Larry Nassar, quien fue condenado a 300 años de prisión en 2017, después de que más de 350 chicas declararan que habían sido víctimas de sus agresiones entre 1996 y 2014, entre ellas Simone Biles, la actual número 1 de la disciplina, otro hecho salpica este deporte.
En este caso la condenada ha sido la entrenadora Maggie Haney, una de las hasta entonces técnicas más reputadas de la federación, miembro del equipo nacional de gimnasia artística femenina de los Juegos Olímpicos y los Campeonatos del Mundo, quien no podrá ejercer su función en los próximos ocho años debido a los abusos verbales y psicológicos, a los que sometió a varias de sus gimnastas. La primera en denunciar fue Laurie Hernández, campeona olímpica por equipos y medalla de plata en la barra de equilibrios en los Juegos de Río de Janeiro en 2016. Ese año ya hizo constar la difícil situación que vivía con ella pero la federación de EEUU no le quiso dar veracidad a sus palabras.
Tras ella varias de sus pupilas y sus familiares relataron hechos similares, como insultos y gritos constantes, amenazas y acoso psicológico, siendo obligadas en varias ocasiones a entrenar lesionadas, forzándolas a despojarse de su escayola antes de tiempo para ejercitarse y competir, poniendo en grave riesgo su salud e integridad física.
Haney, dueña de un gimnasio en Nueva Jersey donde se preparaban algunas gimnastas, ya fue suspendida de manera provisional en enero, cuando tenía a su cargo a la campeona mundial de 2018 Riley McCusker. Este jueves se hizo pública la sentencia por la que la entrenadora no podrá tener contacto alguno con la gimnasia en los próximos ocho años, hasta el 30 de abril de 2028. No podrá ni entrenar, ni asistir a ninguna competición de este deporte, ni siquiera para ver a su hija. Pasado ese tiempo podría pedir el regreso, permaneciendo dos años a prueba.
