Una exgimnasta olímpica sostiene que muchos casos de abusos se exageran «como venganza o para ganar dinero»

El mundo enmudeció en 2016 cuando empezaron a salir a la luz los innumerables casos de abusos sexuales perpetrados durante más de tres décadas por el médico de la federación de Estados Unidos de gimnasia Larry Nassar, quien terminó siendo condenado a una pena de prisión de entre 40 y 175 años. Aún hoy en día son varias las víctimas que se confiesan, y más después del estreno hace unos días del documental de Netflix en el que se recoge esta bochornosa historia con testimonios de primera mano.

Esto ha provocado también que hayan aflorado en Inglaterra en las últimas semanas decenas de casos de abusos físicos y psicológicos, que derivaron en algunas gimnastas en trastornos alimenticios y mentales, y que han escandalizado al país. Unas polémicas prácticas que empañan este deporte, tremendamente exigente desde edades tempranas, en el que la disciplina y la constancia son sus principales pilares.

Con la federación norteamericana y la inglesa en el punto de mira, una actual miembro de la organización internacional, la bielorrusa Liubou Charkashyna, quien preside la comisión de deportistas de la FIG, ha ofrecido unas declaraciones en la web de su país Nasha Nina en las que pone en entredicho muchas de las acusaciones, asegurando que en algunos casos son "como venganza o para ganar dinero". "El asunto ahora está de moda y siempre pensamos en mujeres pero las víctimas a veces también son los hombres. Admito que es posible creer que hay casos en el deporte, pero no la cantidad que están saliendo. Son una ocasión para ganar dinero o para vengarse de viejos insultos y maldecir los nombres de entrenadores o de alguien más. En América sabe cómo hacer dinero. Tenéis que entenderlo", asegura.

La exdeportista, bronce en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012, campeona de Europa en varias ocasiones y medallista mundial, cargó además contra la doble campeona olímpica en Múnich'72 Olga Korbutt, quien publicó en sus memorias que había sido una esclava sexual de su entrenador. "Tú has vivido tu vida, has olvidado ya donde está él, en qué país vive y tú estás viviendo en Estados Unidos tu propia vida. Después de eso dices: él abusó de mí. No estoy diciendo que no sea algo terrible, pero no sabemos al 100% si es cierto o no. Debía haber hablado en el momento, no 80 o 50 años después. El régimen soviético ya había acabado hace tiempo", declaró irónicamente.